Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Michael Myers:
8
Drama Un análisis sobre el poder de la televisión, que retrata un mundo competitivo donde el éxito y los récords de audiencia imponen su dictadura. Howard Beale, veterano presentador de un informativo nocturno, es despedido cuando baja el nivel de audiencia de su popular programa. Sin embargo, antes de abandonar la cadena, ante el asombro de todos, Beale anuncia que antes de irse se suicidará ante las cámaras, pegándose un tiro en directo en ... [+]
15 de enero de 2020
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si no han visto esta película hagan un experimento, después de verla comparenla con la TV en España que tenemos en la actualidad. Verán que más de cuarenta años después no hay mucha diferencia.

Lo mejor, y lo más horripilante, que se puede decir sobre 'Network, un mundo implacable' es que hoy día no ha perdido frescura. La televisión sigue siendo en muchos casos un pozo infecto de lo peor del ser humano donde por tener éxito se es capaz de retransmitir las mayores mierdas inimaginables y la decencia y la calidad no son rentables. La historia de la película que nos ocupa más claro no lo puede dejar.

Casi cada personaje vendió su dignidad e integridad desde el momento en el que empezaron a trabajar para las cadenas de TV y ya no disimulan porque se da por sentado ser así. Los personajes interpretados (de forma sólida, como todos sus compañeros protagonistas y algunos secundarios) por William Holden y por Peter Finch son los únicos que aún conservan algo de decencia.

Un Peter Finch por el que durante años he dudado de si su Oscar era solamente un sentimentalismo de la Academia debido a que falleció no mucho después del rodaje. Hoy tengo que decir que realmente es una gran interpretación la suya siendo creíble sin caer en el histrionismo; no sabría decir si es la mejor interpretación de las cinco nominadas puesto que debería volver a ver 'Taxi driver' y ver a los demás candidatos, pero su nominación fue merecida.

El guión de Paddy Chayefsky es oro, retrata no solo la corrupción de los ejecutivos de las cadenas sino a nosotros como ingenuos que damos por verdad cualquier cosa que salga por la TV. No hay títere que salga sin cabeza.

Y ahora pasamos a anuncios. Volvemos enseguida.
Michael Myers
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow