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Voto de Michael Myers:
7
Acción. Cine negro. Thriller Jack Carter es uno de los gángsters más poderosos de toda inglaterra. Su hermano acaba de morir y se dirige a Newcastle para asistir al funeral. Aún así, sigue creyendo que no ha sido una muerte natural. Carter ha decidido investigar quién es el culpable y, por ello, se verá dentro de una red de mentiras que espera le conduzcan hasta el hombre que ordenó el asesinato de su hermano. (FILMAFFINITY)
23 de diciembre de 2022
1 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Recientemente falleció Mike Hodges, a quien muchos le pondrán la etiqueta de 'el director de 'Flash Gordon'' con merecimiento, pues la adaptación del cómic tiene fama de ser un festival del despiporre bastante digno de ver (visionado que intentaré cumplir algún día), pero no sería del todo justo recordar al realizador británico solo por aquel título. En su carrera como director hay también hueco para títulos como 'La maldición de Damien', secuela de 'La profecía' donde trabajó sin estar acreditado o esta 'Asesino implacable' protagonizado por el muy rara vez decepcionante Michael Caine interpretando a un gánster vengativo. La noticia del deceso fue un impulso para darle la oportunidad a esta cinta de cine negro y acción a partes iguales.

Las razones de Jack Carter para volver a Newcastle son las sospechas de que el fallecimiento de su hermano Frank ha sido provocado y removerá cielo y tierra hasta saber la verdad, como se podría esperar de un tipo sin muchos escrúpulos en su día a día como mafioso. Y para ello Michael Caine, en una interpretación tan fría de sentimientos como notable de talento, sirve de motor de toda la trama.

Mientras se van desarrollando los hechos, iremos descubriendo capas y capas de todo el asunto que irá revelando la investigación de Jack, con personajes que no parecían importantes a primera vista, sin perder un sentido del humor algo negro que sirve para desdramatizar un poco entre tanto drama que se irá encontrado el mafioso cuanto más vaya indagando por las calles de su ciudad natal, una Newcastle que décadas antes de los goles de Alan Shearer es retratada como una ciudad industrial de ambiente lúgubre donde buena parte de la diversión consiste en ir a los bares a refrescar la garganta con el alcohol (vivir en Newcastle, especialmente en invierno, es lo que tiene).

Estamos ante la que es uno de los trabajos más destacados de Mike Hodges en la que fue su debut como director de largometrajes y en la que muestra un tino a la hora de dirigir actores y secuencias de acción elegantes sin necesidad de ser un festival, además de alguna secuencia inesperada con un tono más subido de lo normal en el que, incluso así, no pierde las formas. Hodges, además, cuenta con una garantía como el ya citado Michael Caine, dotado de sobra para este personaje y secundarios de no tan renombre, salvo Britt Ekland, cuyo poco estatus no les priva de aportar actuaciones sólidas que complementen al actor principal y compartan parte del peso de la narrativa.
Michael Myers
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