Esta quinta entrega continúa (con alguna licencia en como terminan Chucky y Tiffany en el filme previo y aquí siguen como si nada) con lo que nos dejó el final de 'La novia de Chucky' donde parecía que iba a surgir una nueva amenaza y lo que termina siendo es Glen/Glenda, a quien presta su voz Billy Boyd (trilogía de 'El señor de los anillos').

La ya longeva saga sufre una nueva reinvención y si en la anterior tuvimos novia y humor negro, ahora tenemos hijo/a y cine centro del cine. Una combinación que resulta salvar los muebles, aunque a veces pueda pasarse un poco de rosca.

Jennifer Tilly en su segunda aparición es ya la completa dueña del show con una participación a dos bandas dando la voz a Tiffany e interpretándose a sí misma, además de que la actriz se ríe de su imagen con constantes coñas durante todo el metraje como las referencias a 'Lazos ardientes', filme que co-protagonizo junto a Gina Gershon que ya saben porque se conoce principalmente.

Pudiera parecer, y mucha gente lo pensará, que en esta quinta parte Chucky ha sido totalmente prostituido y que no había ideas; sin embargo, considero que el uso del metacine está logrado hasta cierto punto, el papel de Tilly con ese humor autoparódico queda bien encajado en la trama y no pueden faltar las dosis de asesinatos que ya comenzó a remontar en la película previa y aquí se afianza.

Sí que es verdad que no deja de sentirse como un paso atrás porque a veces se siente que la película se sale de madre, mas no pierde el hilo.