Le debía una revisión a esta producción, no recordaba cuando fue la última vez que lo vi y creo que la opinión que iba a tener ahora diferiría mucho de lo que pensaba años antes. Alerta spoiler: así fue.

Como su compatriota Paul Verhoeven, Jan de Bont nació en Países Bajos y antes de meterse a dirigir fue director de fotografía en cintas como 'Delicias turcas', 'El cuarto hombre' o 'Jungla de cristal'; 1994 fue el año de su primer largometraje como jefazo del rodaje y esa fue esta 'Speed: Máxima potencia' no pudiendo empezar mejor su camino como realizador (aunque no lo acabó demasiado bien que digamos).

Keanu Reeves nunca ha sido un actor del que sacar interpretaciones excelsas, pero siempre le ha bastado con su saber hacer y su carisma que tiene cuando le dan un personaje, como mínimo, medio potente y aquí lo consigue con este Jack Traven que no dudará en hacer lo que sea para que la gente atrapada en ese autobús infernal no salgan chamuscados. Acompañando a Keanu están Sandra Bullock que (quien nos iba a decir que esa actriz de películas de acción y comedia iba a ganar un Oscar) está resultona y aportando momentos cómicos para aliviar la tensión y un Dennis Hopper como un sólido villano de la función experto en bombas.

Al igual que el bus, la película va a toda pastilla desde el comienzo y no deja respiro alguno sin llegar a saturar. Cuando no tira de la acción, tira de otras situaciones para no parar el ritmo haciendo el visionado muy placentero; y si a eso añadimos las ya mencionadas interpretaciones del trío protagonista -sin olvidarme de Jeff Daniels como roba escenas-, el trepidante ritmo narrativo y la banda sonora de Mark Mancina nos da un filme que no solo es de esas que te sirve para matar el rato, sino que será un rato más que agradable.

De la secuela ya si eso un día hablaré de ella...