Un Kirk Douglas ya veterano y un Martin Sheen recién salido del Vietnam de 'Apocalypse Now' lideran esta historia con una premisa bastante atrayente, un portaaviones que experimenta un viaje en el tiempo hasta un día antes del desgraciado ataque a Pearl Harbor.

Y que se haya elegido la fecha del 7 de diciembre de 1941 no es casualidad. Si tuvieras la oportunidad de viajar en el tiempo y de poder evitar una desgracia, ¿lo harías? Este filme deja la pregunta en el aire y es uno de los mayores valores de los que tiene 'El final de la cuenta atrás', la reflexión sobre los viajes en el tiempo y el efecto que puede tener retocar la historia, o no.

Para desgracia mía, este es un punto de partida muy notable que no termina de explotar salvo en unas cuantas secuencias. En el resto esta aventura no pasa de ser eso, una aventura, y no profundiza como debería en la reflexión de los viajes temporales y los debates implícitos que acarrea; aunque tenemos a Kirk Douglas, Martin Sheen, Katharine Ross y Charles Durning (en un personaje bastante hostiable con la mano abierta) no ha supuesto para ninguno de ellos un gran hito en sus carreras más allá de ser una mera curiosidad.

Destacar como puntos fuertes las pocas escenas en las que se debate sobre los desplazamientos temporales, su escena final y la banda sonora obra de John Scott que es lo único por encima de la media de un viaje que podía haber sido mucho más y se queda en un mero pasatiempo ameno.