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Voto de Michael Myers:
5
Intriga El detective Jake Gittes (Jack Nicholson) acepta un caso aparentemente sencillo de infidelidad matrimonial. Lo contrata un empresario de Los Ángeles, también llamado Jake (Harvey Keitel), que quiere que obtenga pruebas de la aventura extraconyugal de su mujer. (FILMAFFINITY)
15 de abril de 2024
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16 años después del estreno triunfante de 'Chinatown', que podría haber sido la gran ganadora en los premios Oscar de 1975 si 'El padrino, parte II' no se hubiese estrenado el mismo año, Jack Nicholson decidió volver a aquel personaje que supuso uno de los grandes hitos de su legendaria carrera cinematográfica como es Jake Gittes, quien ahora no está acompañado de Faye Dunaway (aunque tiene un cameo de voz) o John Huston, aunque cuenta con un reparto de campanillas como Harvey Keitel, Madeleine Stowe, Eli Wallach, Meg Tilly, Frederic Forrest, Richard Farnsworth, Rubén Blades o David Keith.

Desafortunadamente para el mismo Nicholson, le faltaron dos patas fundamentales que dieron el éxito al filme original de 1974 como fueron Roman Polanski (quien por aquel entonces ya estaba de exilio impuesto por su escándalo de violación en los años 70) y el compositor Jerry Goldsmith, quien no vuelve por motivos que desconozco. En sus lugares, el mismo Nicholson dirigiría después de algún otro director sonando previamente como el mismo Robert Towne y un tal Van Dyke Parks tomaría el lugar de Goldsmith.

¿El resultado? Nada como el original. Bien es cierto que Jack Nicholson sigue con su buen tino como investigador privado y en la dirección se sabe manejar dignamente sabiendo dirigir a sus actores y con algunos planos destacables, pero no consigue llegar siquiera a acercarse al listón que dejó Polanski. Incluso teniendo de nuevo a Robert Towne en la escritura del guion, el mismo Nicholson reescribió partes del guion en base a un libreto sin terminar de Towne, y su faceta de guionista tampoco se le dio excesivamente bien, juzgando lo visto en la pantalla con una trama que a veces peca de enredarse demasiado, si bien tiene el ingenio de no olvidar el material original e involucrarlo en esta nueva narrativa.

El acabado final no es del todo malo. La ambientación de los años 40 está lograda, el elenco de grandes nombres cumple con lo que se esperaba de ellos (destacando al siempre cumplidor Harvey Keitel y a una Madeleine Stowe tan despampanante como loca) y la banda sonora de Parks cumple con su parte, sin llegar ni mucho menos al nivel del compositor predecesor. El guion y la dirección serían los mayores puntos flojos de esta secuela, una secuela que pasó por problemas previos como un Robert Evans dando por culo queriendo ser co-protagonista, mas sin querer adecuar su peinado a la época de la historia por heridas que se produjo, impagos al personal y actores y actrices que iban y venían sin concretar como Joe Pesci, Harrison Ford, Cathy Moriarty o Kelly McGillis. 1990 fue el año final en el que por fin la tan cacareada secuela salió a la luz con un resultado en taquilla de 10 millones de dólares sobre un presupuesto de 25 millones y la ruptura de amistad entre Nicholson, Robert Towne y Robert Evans.

Hasta los más grandes tienen sus fallos y Jack Nicholson no es inmune a eso. Aún con todo, nadie puede quitarle su lugar en el olimpo de la historia del cine.
Michael Myers
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