No es una película que destaque especialmente en ningún aspecto, ni interpretativo, ni dirección, ni fotografía, ni nada. Se debe todo a trasladar un mensaje y, sin embargo, no le priva de resultar un buen trabajo.

Ayuda mucho tener a un reparto de sólidos interpretes como Harrison Ford, Ashley Judd, Ray Liotta o Cliff Curtis (si bien también cuenta con caras que ahora son muy conocidas como Lizzy Caplan, Josh Gad o Alice Eve) y el trabajo de Wayne Kramer en la dirección es decente dirigiéndolos y comandando las escenas. No quita para que sea una de tantas películas que trata el tema de la mezcla de razas y religiones en un sitio en lugar de ser "esa" película que trata el tema de la mezcla de razas y religiones en un sitio. Existen muchas opciones más interesantes que este filme.

Cuenta con un mensaje digno de escuchar como es el que como hay gente que lo da todo por el sueño de llegar a Estados Unidos y vivir una mejor vida que la que ya tienen o también los trapicheos y obstáculos por ese sueño de llegar a la tierra de las oportunidades. Lejos de eso, y del trabajo de actores y director, no hay más que señalar positivamente. Ni es la mejor ni la peor película sobre estos temas.