Hoy tocaba uno de esos días donde estreno la filmografía de un director, como ya pasó en anteriores veces este mismo año con Philip Kaufman ('La invasion de los ultracuerpos'), James Ivory ('Lo que queda del día') o King Vidor ('Guerra y paz'); es el turno de Anthony Mann y su trabajo 'Cimarron'.

Esta cinta ya me aconsejaron echarla un vistazo en su día y tarde bastante en hacerlo ya que no me parecía, en principio, que fuese a contar gran cosa salvo la historia de los pioneros que ocupaban tierras vírgenes con sueños de prosperidad en el horizonte. Estaba equivocado...a medias.

Y no es por el propio Mann. Su labor está fuera de toda duda con esa dirección de actores que hace que cada actor, por pequeño papel que tenga, tenga un hueco para destacar; no es tampoco por los actores que, como ya he dicho, se lucen, sobre todo Glenn Ford y Maria Schell como la pareja que busca un futuro mejor, o términos técnicos ya que aquí tampoco ponen problemas. Banda sonora, fotografía o dirección artística brillan con luz propia. Mis mayores 'peros' son con el guion.

Al final de estas líneas dejaré mi nota y será mucho más de lo que contaban mis expectativas; sucede que podría haber sido incluso más porque el libreto siento que podría haber dado más. La época de los pioneros es más bien una base para tratar como va afrontando la gente su asentamiento y su vida en esas nuevas tierras, lo cual está bien. Si uno está atento, verá que hay conclusiones que se pueden sacar. Aún así, creo que podría haber dado más frutos ya que al final la narración va en círculos más que en línea recta. Para todo lo que se quería narrar no necesitaba 2h y 20 minutos, además de que reincide en ciertas cosas que ya estaban claras en el primer contacto.

Saldo la deuda con esta cinta con una cierta satisfacción, no tenía muchas esperanzas de que encontrase un ofertón como el meme de Goofy y me ha sorprendido. Sin algún defecto que le lastra, podría haber estado escribiendo incluso de una de mis cintas favoritas. Pero que me quiten lo 'bailao'.