"Arlington Road" parece la película cuya fama está destinada de algún modo a ser pequeña (o no muy recordada) para que en cuanto se descubra ya no se quiera dejar escapar. Pocas películas abordan el terrorismo de la manera en la que esta lo hace (y más aún antes del 11 de Septiembre, a juzgar por la fecha de estreno) y mientras que su narración no pueda escapar de ligeras incongruencias, nunca traiciona a su idea incluso con el más brutal de los giros.
El guión plantea una narración comenzada a tempo medio lento pero interesante para ir pisando el acelerador conforme las pruebas se resuelven y la tensión se dispara, culminando el buen ritmo en un potente tercio final que te lo pone difícil para parpadear.
No puedo comprender por qué Mark Pellington hizo esta, otra más y luego desapareció para hacer giras musicales o videoclips. Es un realizador notable que consigue capturar la opresiva atmósfera de la película y transmitirla a la audiencia. La banda sonora y la iluminación hacen el resto de forma sobresaliente.
Las interpretaciones son de lo mejor de la cinta. Jeff Bridges y Tim Robbins mantienen un épico duelo de actores, ambos colocados al mismo nivel de excelencia, mientras que Joan Cusack y el resto de secundarios dan la talla con creces.
Manejando una historia difícil con ambigüedad y tensión constante, manteniendo un nivel genial desde el principio, propinando giros de guión buenos hasta llegar a un final sorprendente inolvidable: "Arlington Road" es un thriller brillante, bien realizado, mejor entregado, con picos de auténtica tensión y de los que te deja inquieto hasta mucho tiempo después de haberla visto.