Siempre es agradable ver el debut de una joven directora que se abre paso en nuestro país, pero es que además en esta ocasión Clara Roquet no comete errores de principiante, ofreciéndonos una cinta critica, reflexiva e interesante que la posiciona como una de las directoras noveles a tener muy en cuenta en el futuro del cine español. ‘’Libertad’’ es una cinta con una historia que aunque puede parecer pequeña y anodina en un primer instante, va tomando peso y altura a los ojos del espectador hasta convertirse en una especie de matrioska capaz de ir descubriendo capa tras capa de un guión(también de Clara Roquet) que insinúa mucho más de lo que dice.


Como decía al principio, la historia parece simple en su comienzo. Nora, una adolescente de una familia acomodada, vuelve como cada verano a visitar la casa de su abuela Ángela junto a su madre, su hermana, sus tíos y sus primos. El ambiente festivo y lúdico que rodea la casa veraniega parece ser el de siempre, si no fuera porque la enfermedad que padece la abuela se ha agravado. Ángela cada vez sufre más episodios de Alzheimer, confunde el presente con el pasado y le resulta casi imposible reconocer a sus propios hijos y nietos. La única cosa que parece ligarla a la realidad es la presencia de Rosana, una mujer colombiana que se encarga de cuidarla y con la que ha desarrollado fuertes vínculos. Para ‘’premiar’’ la entrega diaria de Rosana que debe cuidar las 24 horas del día a una mujer que no es su madre mientras sus verdaderos hijos beben y se divierten en la costa, la familia de Nora decide traer a la hija de Rosana a España para que pase el verano con su madre tras muchos años sin verse.


Libertad, que así se llama la adolescente, marca un punto de inflexión en la dinámica familiar y supone todo un descubrimiento para Nora al sumergirla sin previo aviso en su adolescencia y mostrarle ciertas verdades del mundo que siempre habían permanecido ocultas para ella. Las dos chicas comienzan a envidiarse en secreto. Nora envidia la autonomía y la rebeldía de Libertad. Libertad desearía gozar de los privilegios con los que Nora ha nacido. Fruto de esta envidia nace una incierta amistad que logra que las jóvenes intercambien roles por primera vez en su vida. Sin embargo, la realidad acaba por mostrarles de un modo brutal lo mucho que las separa.


Lo bonito de la cinta de Roquet es la inocencia con la que se aborda al personaje de Nora al principio. Al inicio de la cinta tanto Libertad como ella no son más que dos niñas para las que cosas como los estratos sociales, la diferencia de clases o los prejuicios no tienen ningún sentido. No pertenecen aún a ese mundo putrefacto de los adultos lleno de hipocresía, de clasismo y de racismo. Tan solo llegamos a intuir que a Libertad si han querido recalcarle los caminos tan opuestos que la vida les reserva a ella y a su nueva amiga, pero para Nora todo aquello que las diferencia no existe. El choque con el mundo hasta entonces oculto de los adultos y con la inminente madurez desarrollada a la fuerza genera que Nora tenga por primera vez conciencia de clase, algo que creemos la acompañará durante toda su vida. Esto se ve desarrollado en algunas maravillosas escenas como esa en la que la madre de Nora decide no ponerse un vestido porque Rosana lleva el mismo o en la que la adolescente habla con una amiga de su entorno de Libertad y opta por no revelar su verdadera identidad. Abandonar de golpe la inocencia es difícil, crecer lo es incluso más pero si encima debes de crecer completamente solo viendo como algunos simplemente gozan de la vida y otros deben luchar por sobrevivir cada día, el golpe es terrible.


Clara Roquet no solo nos habla de los privilegios y del abuso de ellos o de las diferencias sociales(la familia de Nora comenta que Rosana es como de la familia pero solo es un buenismo para ocultar su tremenda hipocresía), también nos habla de los cuidados en la vejez y del abandono de los padres por parte de sus hijos. Ángela quiere más a su cuidadora Rosana que al resto de sus hijos y nietos pero es que es ella la única que la atiende sin temer a su enfermedad. Es la única que permanece en casa luchando contra el Alzheimer mientras el resto de la familia busca evadirse o divertirse para alejarse de la triste realidad.


‘’Libertad’’ supone un fuerte y sonoro golpe en la mesa de una directora que sin duda va a tener mucho que ofrecernos en el futuro. Clara Roquet deja atrás los cortometrajes con los que inició su carrera y nos regala una cinta con muchas lecturas con la que reflexionaras sobre la sociedad actual. Los dos Goya que gano la cinta (mejor dirección novel y mejor actriz secundaria a Nora Navas) están muy merecidos. El elenco de mujeres protagonistas da luz y brillo a la cinta. Vicky Peña esta espléndida, Nora Navas hace un papel muy correcto y las jóvenes María Morera i Colomer y Nicolle García son todo un descubrimiento.