Hago esta critica sin haber visto la antecesora de esta película, por lo cual me ciño solo a la obra de Coppola.
Con los rasgos característicos de su estilo(escenas cargadas de una estética impecable que dejan tras de si una delicada fotografía y una bella poética visual) nos adentra en una historia de guerra.
En la que lo femenino se encuentra recluido en una escuela alejada de la violencia y la brutalidad de la realidad. Apartado de cualquier influencia ajena y asfixiado en un mundo de moral y religión asfixiantes.
En este entorno hace su aparición el soldado John, representado el peligro pero tambien la supresión de los convencionalismos y el placer por lo prohibido.
Coppola no se moja. Es difícil decir quien es aquí el seductor.
Por un lado John se nos presenta como un tipo manipulador que consigue de los demás lo que quiere ensalzando sus virtudes y analizando sus carencias.
Por otro la señorita Martha y sus alumnas se nos presentan como mujeres hambrientas de ego y poder, avidas de un deseo que por largo tiempo ha estado reprimido.
La película no busca culpables o héroes. La guerra suprime siempre esos papeles. No ofrece una moraleja o sentido final. Deja que cada persona interprete la cinta a su manera. Como si se tratara de un cuadro que se debe analizar de forma única y personal.