Me indigna mucho que cuando se habla de cine y series españolas, la gente pueda llegar a pensar que el mundo audiovisual en España se limita a bodrios como este que no tienen ni pies ni cabeza.


He de decir que empecé la serie con mucho interés y curiosidad, esperando que pudieran rendir un digno homenaje al tema central de la serie. Al de las desapariciones, algunas de ellas ciertamente difíciles y sin resolver durante muchísimos años. Un verdadero drama para los desaparecidos y para los familiares, sobre todo para estos últimos. Muchos de ellos pasan la vida viviendo un infierno al tener las pruebas e indicios que les permiten saber que su ser querido está muerto y sin poder afrontarlo al no haber encontrado el cuerpo. Última prueba material que permite cerrar un caso y juzgar al culpable. El episodio piloto es bastante bueno y consigue despertar tu interés. Sin embargo, a medida que avanza la serie se vuelve extremadamente repetitiva, aburrida e inverosímil. En cada capítulo aparecen actores nuevos, las tramas cambian a una velocidad vertiginosa y ninguna tiene la suficiente fuerza como para atraparte. No llegas a empatizar con prácticamente ningún personaje y sus dramas te la traen al pairo por su total falta de realismo.



Le falta crudeza, oscuridad y verdad. Se olvida de abordar algunos temas que parece que son evitados para no hacer al espectador sentirse incomodo o molesto en algún momento. Y esto acaba por incomodarte y molestarte aún más. Hablar de pederastia, agresiones sexuales y secuestros y asesinatos de niños o adolescentes no es agradable. Ciertamente no lo es. Es un tema muy escabroso y perturbador. Pero negar una realidad que existe y con la que convivimos a diario, resulta mucho más lamentable, ofensivo y cobarde. Tanto para las víctimas como para sus familiares. Porque si de algo peca ‘’Desaparecidos’’ es de un buenismo malogrado en la concepción de su trama y desarrollo, de personajes que son un puro estereotipo que no da más de sí y de actores que no están al nivel y tienen muchísimo tiempo en pantalla.



Si, hablo de Michelle Calvo. Una protagonista a la que le falta empuje y fuerza, con la que es imposible conectar en ningún minuto. Que parece que solo aparece en pantalla para mostrarnos una cara bonita. Lo mismo ocurre con Maxi Iglesias que vuelve a interpretar el papel que mejor se le da. El del guapo tonto. Para que variar si ha ensayado tantas veces la formula y le ha salido bien.



Los únicos actores interesantes que nos ofrece la serie son Juan Echanove, la gran Elvira Mínguez y la aparición en un capítulo de Luis Fernández.
Siendo sinceros, Elvira Mínguez y la trama de su personaje son el único motivo por el que sigues viendo la serie. Pero hasta su trama ciertamente dramática, acaba por convertirse en un chiste de mal gusto que te hace preguntarte porque te has tragado trece capítulos mediocres y absurdos.Lo dicho, no perdáis ni un minuto viéndola. Pena me dan los que tengan canales de pago para ver chapuzas como esta.