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Colombia Colombia · Cartagena
Voto de Alejandro:
9
Drama Ryoata, un arquitecto obsesionado por el éxito profesional, vive felizmente con su esposa y su hijo de seis años; pero su mundo se viene abajo cuando los responsables del hospital donde nació su hijo le comunican que, debido a una confusión, el niño fue cambiado por otro. (FILMAFFINITY)
25 de abril de 2014
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
La película, dirigida y escrita por Hirokazu Koreeda, tal como lo esperaba, es una completa y absoluta maravilla. El director lleva un tema tan melodrámatico, como el intercambio de hijos en el momento del nacimiento y todas las reacciones que esto desencadena a otro nivel; con su particular sensibilidad, sutileza y precisión tras la cámara. En esta oportunidad, teniendo como telón de fondo a dos familias distintas, una de ellas liderada por Ryota, un profesional exitoso y obsesivo con su trabajo, con la perfección tanto en su vida laboral como en el hogar, por lo que exige siempre demasiado a su pequeño hijo Keita, con el que nunca tiene mucho tiempo de interactuar. Por otro lado, tenemos a la familia liderada por Yudai, un hombre de clase trabajadora, que vive en una modesta casa en donde además tiene y atiende su negocio. Yudai a diferencia de Ryota es alegre, despreocupado, además de amoroso y dedicado a sus hijos.

Cuando ambas familias se enteran de la noticia, y luego del impacto inicial, empiezan un largo proceso de reconocimiento, en donde cada uno de ellos empieza a mostrar el interés por reconocer a su verdadero hijo. Muchas preguntas invaden la mente de sus padres, cuestionamientos, rabia e impotencia, que diluyen y tratan de responder una de las preguntas que incluso se plantean dentro del filme: ¿Se puede realmente amar a un hijo sin tu propia sangre?

Durante todo el filme somos testigos de todo ese proceso al que acceden ambas familias. Es un proceso y una trama, que en manos de cualquier director se hubiese caído casi que inmediatamente en el melodrama fácil, pero Koreeda disecciona con pulcritud y detalles el mecanismo interno de las relaciones familiares. De forma simbólica, inicia un proceso de instrospección a través de los personajes, que traspasa a la pantalla. Temas tan universales, como los fantasmas del pasado, la dificultad de las relaciones parentales entre padre e hijo, desde el inicio de la cadena desde generaciones pasadas, el amor y admiración natural de los hijos por sus padres, sin importar la dureza de estos, entre muchos otros temas que siempre serán eternos en ese grupo tan importante y núcleo del futuro de la sociedad, como siempre ha sido la familia. Todos esos temas se abordan y es inevitable que lleguen directamente al espectador, donde muy seguramente muchos se sentirán identificados en algunas escenas.

“De tal padre, tal hijo” es un poema en prosa sobre las relaciones parentales y familiares, que además cuenta con bellas escenas e inolvidables escenas, como esa donde las familias de reúnen por primera vez en un centro comercial y cada uno emíeza a detallar los detalles, gestos, comportamientos, fisionomía, entre tantos otros, de sus verdaderos hijos, como muchas otras escenas. La dirección y la fotografía son excelentes, acompañados de planos que hablan por sí mismos e imágenes poderosas que encierran y contienen mucho poder y significado. Además no podemos dejar de mencionar el notable guión y las interpretaciones, destacando especialmente a los niños protagonistas, que con toda naturalidad se desenvuelven al compás de la narración y la historia.

Drama, humor y tristeza, todo un cóctel de emociones para disfrutar de este conmovedor y monumental trabajo de uno de los mejores directores japoneses y de la cinematografía mundial. Creo que está de más decir, que fue la única película que logró sacarme lágrimas de todas las películas en el festival, sobre todo en una escena al final que definitivamente rompe el corazón. Ya sabía de antemano que Koreeda lo iba a lograr, y en efecto no me decepcionó. Junto con La Grande Bellezza (otra que me hizo llorar pero la primera vez que la vi) y La Vida de Adéle, las grandes obras del 2013. Y metería también de cerca a La Jaula de Oro.

http://asbvirtualinfo.blogspot.com/2014/04/comentario-pelicula-de-tal-padre-tal-hijo.html
Alejandro
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