Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Zinephagus:
8
Western. Aventuras En 1896, Jeff, un solitario aventurero de oscuro pasado, se dedica al lucrativo negocio de surtir de carne de vacuno los asentamientos de buscadores de oro del Yukon, en Alaska. (FILMAFFINITY)
26 de febrero de 2015
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
El western de Anthony Mann es una inmersión en la ambigüedad de héroes sin ganas ni vocación. Adyacente al mundo de Budd Boetticher-Randolph Scott, la pareja Mann-Stewart elaboró un ciclo de películas de apariencia menor, casi de serie "B". Pero radicales, fascinantes.

No sé si Mann se retorcía de risa ante los excesos de ciertos críticos, sobre todo franceses, con tendencia a descifrar sus films como si fuesen criptogramas. Lo cierto es que dejarse llevar por disquisiciones analíticas, descabelladas o no, es una tentación no fácil de soslayar.

Hay en "Tierras lejanas" un momento clave muy similar al de la muy posterior "Blue Velvet". En la película de David Lynch, el sádico delincuente interpretado por Dennis Hopper es el primero en reconocer su afinidad moral con el jovenzuelo imberbe de cándida apariencia. Aquí es el corrupto juez Gannon (John McIntire) quien ve inmediatamente en Jeff Webster (James Stewart) las señas de identidad que los aproximan. Mann y el soberbio guionista, Borden Chase, apoyarán casi toda la tensión narrativa de "Tierras lejanas" en la exploración de los puntos comunes de dos personalidades que el tópico hubiera dibujado contrapuestas.

Llegados a este punto, procede elogiar la inteligencia del gran James Stewart. Esa versatilidad que en él supieron encontrar cineastas como Hitchcock, Ford, Capra, Preminger y Mann. Stewart sabe trascender la inconveniencia de un físico casi imposible para otra cosa que no fuese representar lo más paternal y tranquilizador. Es capaz de asumir y hacer perfectamente creíble un tipo amargo, huidizo, desolado, ¿psicótico?. Un hombre que se resiste, con todas sus fuerzas, a ser ese justiciero desfacedor de entuertos que algunos creen ver. Más parece un orate nómada que empuja su existencia hacia adelante con obstinación ciega. Sólo Gannon y la experimentada aventurera que interpreta Ruth Roman saben reconocer a Webster como uno de los suyos. Incluso el viejo Ben Tatem (Walter Brennan), único amigo del protagonista, acaba comprendiendo que el ansiado retiro común de ambos sólo es posible con la muerte.

Si ha de llegar la explosión de Webster contra Gannon, siempre será más a consecuencia de la necesidad de un ajuste de cuentas personal que de una filantrópica decisión de apoyar a los indefensos colonos, atraídos por el señuelo del oro en Alaska y siempre asediados por los matones del juez para abandonar sus concesiones mineras.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Zinephagus
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow