Disfrutable adaptación del famoso cómic de Dick Tracy que contó con todo lujo de medios para adaptarla al cine de la mano de Warren Beatty. El actor-director se rodeó de un reparto de caras conocidas para contar una historia entretenida y vistosa en la que destacan los impresionantes decorados, la colorista fotografía de Vittorio Storaro, el llamativo vestuario y el excelente maquillaje que hace que algunos de los actores caracterizados estén irreconocibles. Desde el punto de vista técnico el film está muy bien hecho gracias a los 46 millones de dólares que costó y que se recuperaron fácilmente en la taquilla convirtiéndose en uno de los grandes éxitos de 1990.

Madonna, que mantuvo un affaire con Beatty antes de que éste sentara la cabeza con Annette Bening, fue la encargada de cantar la oscarizada canción "Sonner or later". Su interpretación es bastante discreta porque su talento para el cine es nulo aunque en el mundo de la música ya es otra cosa. Pacino volvió a cosechar la enésima nominación al Oscar, a la siguiente lo consiguió por fin con Esencia de mujer, y su papel de gangster le va como anillo al dedo después de su trabajo en El padrino, aunque en esta ocasión sabe reírse de sí mismo con una actuación muy divertida que parodia sus papeles en la saga de Coppola. El joven Charlie Korsmo es el crío maleducado que trae de cabeza a Tracy, un chaval que realizó varios papeles famosos a comienzos de los noventa pero que luego desapareció en el olvido. James Caan y Dustin Hoffman realizan breves cameos.

Hoy en día está muy olvidada pero después de más de veinte años sigue teniendo su aquel. Se trata de una película simpática, entretenida y bien hecha ¿Qué más se puede pedir?