Primera aventura del agente secreto más famoso del mundo ambientada en Jamaica. James Bond acude a Kingston para resolver el asesinato de un agente británico y de su secretaria. Durante sus pesquisas tratan de matarle en varias ocasiones. Finalmente acaba descubriendo que detrás de los asesinatos se oculta un misterioso personaje llamado Dr. No. Un hombre celoso de su intimidad, que vive aislado en una isla en la que desarrolla experimentos peligrosos con radioactividad.

La película tuvo un presupuesto modesto pero una buena acogida entre el público, lo que animó a los productores a continuar adaptando las novelas de Ian Fleming. El guión establece los mimbres sobre los que se ha construido toda la saga Bond. Encontramos por ejemplo a un villano de altura bien encarnado por Joseph Wiseman, bellas mujeres como Ursula Andress que con su recordada actuación se convirtió en una sex symbol y un Sean Connery pletórico como el mejor 007 posible.

La banda sonora se hizo tan popular que desde entonces quedaría ligada a la franquicia. La acción todavía no es muy espectacular, pero sí muy entretenida. La trama se sigue con interés y no resulta tan inverosímil como la de posteriores películas de Bond.