Tenía una deuda pendiente con esta película. En su día la dejé a medias y me quedé con gantas de terminar de verla, algo que no ha sucedido hasta hoy más de treinta años después.

Un joven bate el récord de un videojuego y es reclutado por extraterrestres para liderar una guerra junto con otros pilotos expertos.

Se trata de una producción que quiso hacerse eco de la cada vez mayor influencia de la industria del videojuego en la sociedad. Va en la línea de Tron, Exploradores, Juegos de guerra, El vuelo del navegante, DARYL y tantas otras del momento, combinada con aventuras al estilo Star Wars.

El problema es que no ha envejecido muy bien. Los efectos especiales chirrían por todos lados, especialmente en las secuencias de batallas galácticas, a pesar de los esfuerzos de sus creadores por resultar convincentes, y puede que en su día lo fueran pero actualmente están desfasadísimos.

La trama resulta atractiva pero tampoco los personajes son nada del otro jueves, por ello la película tampoco en su momento fue un éxito rotundo aunque con el tiempo se ha convertido en una apreciable obra de culto.

Si la hubiese visto hoy en día por primera vez no tendría reparo en suspenderla, no obstante a pesar de sus defectos no deja de tener cierto encanto nostálgico.