Distrito protegido es un film que denuncia las mentiras que justificaron la invasión de Irak. Greengrass vuelve a contar con Matt Damon para dirigir una historia de acción en la que un alférez del ejército estadounidense empieza a cuestionar la información de los servicios de inteligencia cuando descubre que los lugares en los que se supone que había armas de destrucción masiva están desiertos. Su denuncia alarma a sus superiores porque pone en peligro el principal argumento para invadir Irak. La CIA contacta con él porque tienen sus propios planes para organizar el futuro del país y necesitan a alguien que descubra todo el pastel. Una periodista que se siente engañada y utilizada por la administración americana también acudirá en su ayuda para destapar las mentiras que justificaron la guerra. Entre medias un iraquí que trabaja como traductor le ayudará a desenvolverse mejor por Bagdad.

Película interesante y con estética de documental periodístico filmado con inquieta cámara en mano que funciona como espectáculo de acción y como film de denuncia comprometido. Una vez más la realidad supera la ficción y el guionista de Mystic river escribe una historia amena que Matt Damon protagoniza al estilo Jason Bourne. Hacia el final se hace algo pesada cuando Damon y Isaacs persiguen al general iraquí disputándoselo con fines muy distintos pero por lo demás se deja ver con interés.

El guión es fiel a la realidad al reflejar la chapucera operación americana para instaurar la democracia en Irak y derrotar al sátrapa Saddam Hussein. Existen visiones distintas en la manera de organizar el país, por un lado la administración Bush desea desmantelar el ejército y colocar en el poder a un político iraquí desconocido para la población porque ha vivido treinta años en el exilio. Y por otro, el plan de la CIA para ceder el poder a los militares que son los únicos que pueden poner orden en un país ingobernable con tres grupos sociales antagónicos: Kurdos, Chiíes y Suníes.

Técnicamente irreprochable, con un generoso presupuesto de cien millones de dólares que permitieron una perfecta ambientación y una trama muy creíble, pero que sin embargo no contó con el favor del público al obtener unos mediocres resultados en taquilla.