Pocas veces he salido de un cine tan fascinado por una película como me pasó con Crash. Sensaciones parecidas las tuve cuando vi Sospechosos habituales. En ambos casos no sabía lo que iba a ver, me dejé llevar recomendado y en ambos acerté. Crash es un emocionante drama protagonizado por un reparto coral, que interpretan varias historias con trasfondo racista. Los personajes están bien desarrollados y el director-guionista Paul Haggis huye del maniqueísmo presentándolos como personas no tan malas como aparentan o tan buenas como se les supone. Todas las piezas de este inteligente puzzle encajan como un guante gracias a un elaborado guión reforzado por unas actuaciones de altura y un dramatismo emocionante. También destacaría la conmovedora banda sonora de Mark Isham y la canción "Maybe tomorrow" de Stereophonics.

En un reciente visionado confirmo las buenas sensaciones que me dejó cuando la vi en el cine. Y es que a veces uno queda muy impresionado al principio con algunas películas pero luego en posteriores revisiones las buenas vibraciones se desvanecen. Este no es el caso. Toda década tiene su obra maestra indiscutible, así en los noventa tenemos por ejemplo La lista de Schindler, en los ochenta El último emperador o en los setenta El Padrino II. Y por ello me atrevería a decir que junto con Brokeback mountain, Crash es la mejor película de los 2000.