No es que me haya parecido una mala película, el cine de Neil Jordan es siempre muy personal, pero esta vuelta de tuerca al tema de los vampiros no me parece interesante. Se insiste en dramatizar los suplicios por los que pasan los chupasangres para sobrevivir que es algo que ya hemos visto mil veces. En este caso son dos mujeres madre e hija las que llevan un par de siglos luchando por salir adelante en la actualidad. La mayor es una joven madre que está de muy buen ver y ejerce la prostitución para conseguir dinero fácil. La hija es la que más sufre su condición vampírica. Un joven muchacho enfermizo intenta ligársela con las reticencias de ella. También se cuenta la historia de cómo han llegado a convertirse en vampiresas en el siglo XIX. Lo que está claro es que el argumento incluye la principales constantes del cine de su autor que son las complicaciones que entrañan las relaciones humanas, la supervivencia y la adaptación social.

El resultado no es malo pero no me resulta atractivo. Gemma Arterton clávame tus uñas!!