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Estados Unidos Estados Unidos · Nueva York
Voto de Harold Angel:
7
Acción. Intriga. Thriller Nick Conklin (Michael Douglas) y Charlie Vincent (Andy García) son dos policías de Nueva York a los que asignan la misión de escoltar a un peligroso asesino de la Yakuza desde Estados Unidos hasta Japón. Pero una vez llegan al aeropuerto de Osaka, el detenido se escapa. Intentando atraparlo, van a parar a los bajos fondos de la ciudad, donde se verán envueltos en una encarnizada guerra entre bandas rivales de la mafia japonesa. (FILMAFFINITY) [+]
19 de abril de 2014
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Michael Douglas y Andy García son dos policías neoyorkinos que arrestan a un peligroso miembro de la yakuza japonesa en Nueva York. Sus superiores les encomiendan la misión de trasladarlo a Japón y entregarlo a la policía de aquel país. Sin embargo, nada más llegar al aeropuerto nipón un grupo de yakuzas suplanta a la policía y engañan a los americanos que les entregan al detenido sin sospechar nada. Al percatarse de su error deciden unir fuerzas con la policía japonesa para detener al prófugo, pero no lo tendrán tan fácil puesto que su forma de actuar y su cultura chocan frontalmente con la de un país totalmente distinto.

Black Rain en mi opinión es un homenaje a la estupenda película Yakuza que Sydney Pollack dirigió en 1974. De hecho Takakura Ken trabajaba en aquel film como uno de los protagonistas. Michael Douglas interpreta a un eficiente policía que atraviesa por problemas familiares y económicos, mientras que Andy García es un encantador agente que lucha por promocionarse. Takakura Ken es el policía nipón que les hará de guía e intérprete.

Me llama la atención que a pesar del paso de los años la estética del film sigue siendo muy moderna. La ciudad de Osaka con sus luces de neón, sus calles abarrotadas de gente y los vapores que salen de las alcantarillas me recuerdan mucho a la ciudad de Los Angeles que profetizaba Blade Runner para el 2019. La fotografía del camarógrafo Jan De Bont contribuye a realzar un escenario exótico donde tradición y modernidad se dan la mano. La película refleja los particulares códigos de conducta de la Yakuza y también la forma de proceder de la policía del país de sol naciente. Su sentido del honor, del deber, la lealtad y la tradición resultan admirables. Se estrenó en una época, a finales de los ochenta, en la que los americanos contemplaban horrorizados como los japoneses ponían sus garras en América demostrando que su poder podía hacerles sombra.

A pesar de contar con excelentes intérpretes y un gran director, el guión flojea bastante. No me parece muy creíble la escena en la que los Yakuza se hacen pasar por policías y Douglas y García les entregan al prisionero como si tal cosa. El argumento está muy trillado, cuenta la típica historia de venganzas policiales y lo único original es el contexto en el que se desarrolla la acción. Por lo demás la cinta, sin despreciar su gran sentido visual y estético, resulta muy rutinaria. No obstante le doy un siete porque siempre me ha gustado a pesar de todo.
Harold Angel
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