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Estados Unidos Estados Unidos · Nueva York
Voto de Harold Angel:
6
Intriga. Cine negro. Drama Una mañana, Jeffrey Beaumont (Kyle MacLachlan), después de visitar a su padre en el hospital, encuentra entre unos arbustos una oreja humana. La guarda en una bolsa de papel y la lleva a la comisaría de policía, donde le atiende el detective Williams (George Dickerson), que es vecino suyo. Comienza así una misteriosa intriga que desvelará extraños sucesos acontecidos en una pequeña localidad de Carolina del Norte. (FILMAFFINITY)
4 de diciembre de 2011
14 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
David Lynch es uno de esos directores con talento a los que de vez en cuando se les va la olla. El estreno de Terciopelo azul hizo que los críticos más pedantes y relamidos vieran en ella una indiscutible obra maestra. El argumento tiene dos partes. Una primera en la que se cuenta una historia de cine negro prometedora y una segunda completamente surrealista en la que aparecen una serie de personajes surrealistas capitaneados por un genial Dennis Hopper y en la que Lynch da rienda suelta a sus más alocadas fantasías. Es en esta segunda parte cuando el espectador se desconcierta de modo que el director trata de mantener la intriga de la primera pero la fusión de ambas historias tan antagónicas es una chapuza.

Hopper es Frank el líder de una peculiar banda de maleantes que abusa sexualmente de su chica colocándose con oxígeno. Isabella Rossellini es la sufrida amante de Frank, una desquiciada cantante sometida a sus caprichos. Kyle MacLachlan es un joven estudiante que trata de ayudar a Rossellini mientras asiste perplejo a los desvaríos de Frank y sus colegas, entre los que están un travestido Dean Stockwell que baila canciones de Roy Orbinson y el todo terreno Brad Dourif. Laura Dern con diez y nueve añitos interpreta a la novia de Kyle.

Lynch demuestra ser un buen director y guionista cuando cuenta historias dramáticas reales como la vida misma, ahí están por ejemplo El hombre elefante o Una historia verdadera. Luego le da por filmar obras enemigas de cualquier razonamiento lógico como el bodrio indigesto que fue Inland Empire o Cabeza borradora. Y en ocasiones reúne sus dos yos en rarezas interesantes como Mullholland drive o Carretera perdida. Este Terciopelo azul no es ni una cosa ni la otra pero aún así le doy un seis porque reconozco que sin ser una genialidad tiene algo.
Harold Angel
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