Hay escenas que flojean bastante. Secuencias efectistas que suponen concesiones de cara a la galería como aquella en la que el gordo borracho es devorado parcialmente por el tiburón y termina arrastrándose por la playa con la cintura separada de las piernas. O la de las medusas que oportunamente aparecen para ayudar hasta cierto punto a la protagonista a llegar a la boya. Tampoco me gustó la manera de morir del tiburón ensartado en aquellas puntas del fondo del mar. A qué velocidad tiene que nadar la muchacha para que el sangriento pez acabe atravesado de esa forma?

Y por último tampoco me creo el comportamiento del tiburón. No actúa como tal sino que más bien parece un psicópata marino. No se entiende que no devore el resto de la ballena para alimentarse y que después de merendarse a tres personas en un día todavía persiga con esa fijación a la protagonista.