El padre de Beatty, un genial Pat Hingle, mima a su hijo en exceso y al obligarle a estudiar en la universidad termina echando a perder la relación que mantenía con Natalie Wood. Le pide que aguante sin ella cuatro años y que satisfaga sus pasión erótica con putas o novietas puntuales, algo a lo que Beatty se niega porque solo quiere a su novia. Al final Hingle termina arruinado en el crack del 29 y Beatty se casa con una camarera italiana con la que tiene dos hijos y vive modestamente en su antiguo rancho trabajando en lo que siempre quiso, el campo y la ganadería.

Mientras que Natalie Wood permanece recluida en un sanatorio mental varios años después de su intento de suicidio y termina casándose con un joven médico que también está allí por otros motivos. La madre de Wood es muy conservadora y termina imponiendo su punto de vista a su hija en temas tan importantes como el sexo y se deja llevar más por los intereses económicos que por otros más nobles. Está obsesionada con salir de la pobreza y ganar más dinero en la bolsa de ahí que su actitud termine perjudicando a su hija recluyéndola en el sanatorio cuando lo único que tenía que haber hecho es escucharla.

El final es muy agridulce. En él se explica y comprende el título de la película pero no puedo dejar de tener una sensación de amargura por no verles juntos y felices con la buena pareja que hacían.