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Estados Unidos Estados Unidos · Nueva York
Voto de Harold Angel:
6
Terror. Fantástico Un sacerdote cree haber descubierto el lugar de descanso de Satán, en el sótano de una iglesia abandonada de Los Angeles. Junto a un grupo de estudiantes de física, el sacerdote prepara un proyecto científico que siga manteniendo encerrado al Príncipe de las Tinieblas. Encerrados en la iglesia por fuerzas siniestras, los estudiantes descubren que deben luchar para impedir la llegada del Mal al mundo. (FILMAFFINITY)
27 de julio de 2011
15 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una de las obras más flojas de John Carpenter fue El príncipe de las tinieblas. Trata de un grupo de científicos que se encierran un fin de semana en una antigua iglesia junto a un sacerdote para evitar que el anticristo que allí se esconde salga al exterior. En dicha iglesia vivía un cura que había dedicado toda su vida a vigilar al maligno encerrado en una urna en la cripta del templo. Sin embargo al morir, el mal tiene vía libre para salir al exterior por lo que los científicos y el sacerdote tratarán de impedirlo.

Hay películas que uno ve para pasar el rato como mero pasatiempo y otras por verdadero interés. La primera vez que vi El príncipe de las tinieblas lo hice porque era una de las pocas que me quedaban pendientes de ver de Carpenter. Entonces me pareció muy mala, sin embargo unos años después la he vuelto a ver para juzgarla con más serenidad y mis impresiones no han diferido mucho respecto a las que ya tenía. Sigo pensando que es una película mediocre que tiene un argumento interesante, parecido al de La centinela, pero que el director no supo contar. El punto de partida no me convence. No me creo que un profesor y un cura convenzan a un competente grupo de científicos sin apenas darles explicaciones para pasar un fin de semana encerrados en una iglesia. Las discusiones entre el cura y el profesor sobre la existencia del mal me parecen farragosas y poco convincentes. La parte final con el rollo de los espejos tampoco resulta muy sugestiva. Los protagonistas se defienden del ataque de sus compañeros contaminados por el mal. Se transforman en una especie de zombies que expulsan por la boca un liquido infecto con el que someten a sus víctimas. Pero son escenas insulsas y carentes de emoción, los actores se limitan a deambular por el interior del edificio cuando no permanecen inertes.

La historia comienza bien pero hacia la mitad empieza a flojear, sobre todo la parte final en la que casi todos los protagonistas infectados empiezan a hacer de las suyas. Algunos de las muertes están bien logradas, como por ejemplo cuando el mendigo encarnado por un inquietante Alice Cooper atraviesa a uno de los estudiantes con un palo. También hay par de buenos sustos pero el resto es un desvarío general. No me creo que nadie de la calle se fije en toda la gente que rodea la iglesia y que permanece toda la noche quieta y de pie.

Carpenter escribió esta historia bajo pseudónimo en la que trataba de aportar su particular visión del mal. Una historia más madura con muy pocos efectos especiales, más misterio y pinceladas de terror, pero la cosa funcionó a medias. Es de esas películas que tienes que ver varias veces para sacarle el jugo, al menos en mi caso. A la tercera me empezó a gustar.
Harold Angel
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