Después de varios intentos fallidos finalmente la exitosa novela de Anne Rice fue llevada al cine en 1994. Para ello se contó con un generoso presupuesto que permitió una conseguida recreación de las distintas épocas y lugares en los que se desarrolla la trama. Por este motivo uno de los atractivos del film es su trabajado diseño de producción nominado al Oscar al igual que la hermosa banda sonora.

Los actores escogidos para los papeles principales fueron jóvenes promesas a excepción de Tom Cruise. Y es precisamente este último quien recibió las mejores críticas por su interpretación del vampiro Lestat. Aunque su trabajo no fue recompensado ni tan siquiera con una nominación, probablemente estemos ante la mejor interpretación de Cruise hasta la fecha. La propia Anne Rice tuvo que reconocer que se equivocó al criticar la elección de Cruise para interpretar a Lestat. Brad Pitt interpreta a un vampiro pusilánime y se pasa media película llorando y reflexionando sobre su naturaleza incapaz de aceptar su condición vampírica. Antoñito Banderas sobreactúa más de la cuenta y la idea de doblarse a sí mismo le perjudica más que beneficiarle. Kirsten Dunst realiza un gran trabajo sin embargo, su papel es el que menos me gustó. Una mujer despiadada encerrada en un cuerpo de niña. Su relación con Pitt me parece ridícula. En cuanto a Christian Slater, Stephen Rea y Thandie Newton aparecen en papeles secundarios sin demasiada relevancia.

Lo peor del film es su guión. Porque de una mala novela adaptada al cine por la misma escritora no puede salir nada bueno. Aunque al comienzo la película es prometedor pronto las expectativas creadas se desvanecen. La historia se vuelve aburrida y los personajes pierden interés, tan solo las apariciones de Tom Cruise consiguen salvar del tedio una obra decepcionante.