Griffin Dunne interpreta a un informático que se cita en el Soho neoyorkino con una atractiva joven a la que acaba de conocer. Sin embargo sus planes para ligársela no salen como esperaba y decide volver a casa. Pero cuando se dispone a coger el metro observa que el billete ha subido de precio y no le llega para pagárselo. Es en este momento cuando empieza la noche más loca y surrealista que vivirá en su vida. Los infrustuosos intentos del protagonista por volver a su casa, los pintorescos personajes con los que se topa y las situaciones surrealistas que vive, resultan de lo más divertidas. Scorsese recuperó el favor de la crítica después de fracasar con El rey de la comedia con esta alocada comedia urbana repleta de humor y frescura.

El montaje enérgico de su colaboradora habitual Thelma Schoonmaker, la colorista fotografía de Michale Ballhaus y la genial banda sonora de Howard Shore, realzan un producto muy entretenido que se convirtió en una obra de culto de los ochenta. El título en español es demencial. Si querían traducir el original Afterhours por algo con más gancho comercial podían haber recurrido a algo tan sencillo como Noche loca o algo por el estilo pero no, tenían que titularla con la primera parida que se les pasó por la cabeza. Y ya puestos a poner títulos ridículos haber optado por algo más prosaico como Cagón la puta vaya nochecita de mis cojones.