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Voto de Harold Angel:
9
7,8
116.082
Ciencia ficción
La película de ciencia-ficción por excelencia de la historia del cine narra los diversos periodos de la historia de la humanidad, no sólo del pasado, sino también del futuro. Hace millones de años, antes de la aparición del "homo sapiens", unos primates descubren un monolito que los conduce a un estadio de inteligencia superior. Millones de años después, otro monolito, enterrado en una luna, despierta el interés de los científicos. Por ... [+]
29 de marzo de 2014
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es difícil criticar una película como 2001: Una odisea del espacio. La primera vez que la vi tendría 19 o 20 años y no me gustó nada. Me pareció aburrida, ininteligible y pedante. Sin embargo en un segundo visionado unos cuantos años después, tengo que decir que me ha fascinado. Fui injusto con ella porque la vi con unos prejuicios que me impidieron juzgarla objetivamente. Además por aquel entonces uno no era tan maduro como ahora.
La película trata de ser una explicación realista del origen del hombre y sus diferentes procesos evolutivos. Desde el primate hasta el ente racional de hoy en día. El guión está documentado científicamente por cualificados astrofísicos como Carl Sagan de manera que las escenas que tienen lugar en el espacio exterior están dotadas de gran realismo. En este sentido los efectos especiales resultan muy creíbles y se llevaron el oscar con todo merecimiento. Otro de los puntos fuertes de la película es su poderosa banda sonora. Nunca el uso de composiciones de música clásica estuvo tan acertado como en esta película, tanto "El Danubio Azul" de Johann Strauss como "Así habló Zarathustra" de Richard Strauss encajan decisivamente en momentos cumbre de la trama. El diseño de producción está muy conseguido y las naves espaciales parecen muy modernas incluso hoy en día.
La película fue un gran éxito de público y marcó tendencia en el campo de la ciencia ficción tanto por el contenido filosófico y metafísico de su argumento como por su estética visual. Su influencia se deja sentir hasta nuestros días ya que muchas películas del género toman prestados conceptos o copian descaradamente ideas de esta película. En su día fue objeto de multitud de debates sobre el significado de su argumento y la Academia la nominó a cuatro oscars entre ellos el de mejor guión y mejor director para Stanley Kubrick que consiguió con este film una de sus obras más significativas. En 1984 se rodó una secuela dirigida por Peter Hyams que aunque técnicamente rayaba a un gran nivel en general era inferior a su predecesora.
La película trata de ser una explicación realista del origen del hombre y sus diferentes procesos evolutivos. Desde el primate hasta el ente racional de hoy en día. El guión está documentado científicamente por cualificados astrofísicos como Carl Sagan de manera que las escenas que tienen lugar en el espacio exterior están dotadas de gran realismo. En este sentido los efectos especiales resultan muy creíbles y se llevaron el oscar con todo merecimiento. Otro de los puntos fuertes de la película es su poderosa banda sonora. Nunca el uso de composiciones de música clásica estuvo tan acertado como en esta película, tanto "El Danubio Azul" de Johann Strauss como "Así habló Zarathustra" de Richard Strauss encajan decisivamente en momentos cumbre de la trama. El diseño de producción está muy conseguido y las naves espaciales parecen muy modernas incluso hoy en día.
La película fue un gran éxito de público y marcó tendencia en el campo de la ciencia ficción tanto por el contenido filosófico y metafísico de su argumento como por su estética visual. Su influencia se deja sentir hasta nuestros días ya que muchas películas del género toman prestados conceptos o copian descaradamente ideas de esta película. En su día fue objeto de multitud de debates sobre el significado de su argumento y la Academia la nominó a cuatro oscars entre ellos el de mejor guión y mejor director para Stanley Kubrick que consiguió con este film una de sus obras más significativas. En 1984 se rodó una secuela dirigida por Peter Hyams que aunque técnicamente rayaba a un gran nivel en general era inferior a su predecesora.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Todo comienza cuando hace millones de años los primitivos homínidos descubren la existencia de un monolito negro y rectangular. Dicho monolito es una creación superior que marca una de las fases de la evolución humana. En este caso cuando el mono descubre la utilidad de la tecnología. El hueso utilizado como arma le servirá para defenderse mejor de sus enemigos y cazar con más eficacia.
De ahí damos un salto en el tiempo de millones de años y nos situamos en el espacio cuando el hombre ha evolucionado de tal manera que es capaz de llegar a la Luna y se dispone a la conquista del Universo. (Aquí es donde tiene lugar la famosa secuencia en la que el mono lanza el hueso al aire y dicha imagen se enlaza con la de la nave espacial que tiene una forma muy parecida.) Un segundo monolito aparece semienterrado en la Luna señalando otro salto evolutivo y dejando clara la existencia de vida extraterrestre.
A continuación una nave espacial vuela hacia Júpiter. La nave está dirigida por una máquina dotada de inteligencia artificial, llamada HAL 9000, que se subleva contra los tripulantes matándolos a todos excepto a uno al detectarse un fallo en su predicción de errores que le lleva a tomar conciencia de sí misma y temer que la tripulación la desconecte. El único tripulante vivo consigue finalmente desconectar la máquina. Cuando por fin llega a Júpiter descubre otro monolito flotando en el espacio y al tratar de acercarse a él con la cápsula es absorbido hacia un hipnótico viaje psicodélico de luz y colores en el que es testigo de la formación del cosmos y de la vida, que termina con el astronauta y su cápsula dentro de una habitación decorada al estilo Luis XVI. Allí el astronauta será testigo de su propio envejecimiento y una vez muerto y en presencia de otro monolito alcanzará un estadio superior. Un nuevo salto evolutivo que lo convierte en un ser más evolucionado y extraordinario.
De ahí damos un salto en el tiempo de millones de años y nos situamos en el espacio cuando el hombre ha evolucionado de tal manera que es capaz de llegar a la Luna y se dispone a la conquista del Universo. (Aquí es donde tiene lugar la famosa secuencia en la que el mono lanza el hueso al aire y dicha imagen se enlaza con la de la nave espacial que tiene una forma muy parecida.) Un segundo monolito aparece semienterrado en la Luna señalando otro salto evolutivo y dejando clara la existencia de vida extraterrestre.
A continuación una nave espacial vuela hacia Júpiter. La nave está dirigida por una máquina dotada de inteligencia artificial, llamada HAL 9000, que se subleva contra los tripulantes matándolos a todos excepto a uno al detectarse un fallo en su predicción de errores que le lleva a tomar conciencia de sí misma y temer que la tripulación la desconecte. El único tripulante vivo consigue finalmente desconectar la máquina. Cuando por fin llega a Júpiter descubre otro monolito flotando en el espacio y al tratar de acercarse a él con la cápsula es absorbido hacia un hipnótico viaje psicodélico de luz y colores en el que es testigo de la formación del cosmos y de la vida, que termina con el astronauta y su cápsula dentro de una habitación decorada al estilo Luis XVI. Allí el astronauta será testigo de su propio envejecimiento y una vez muerto y en presencia de otro monolito alcanzará un estadio superior. Un nuevo salto evolutivo que lo convierte en un ser más evolucionado y extraordinario.