Una comedia inglesa aparentemente sin pretensiones, de bajo presupuesto y con actores semidesconocidos, se convirtió en el verano del 94 en uno de los títulos más exitosos de aquel año además de recibir el beneplácito de la crítica con dos nominaciones al oscar de mejor película y mejor guión. Al principio parece la típica comedia facilona de enredo con chistes malos pero después de la secuencia del funeral la cosa se pone seria. La trama gana en dramatismo y la película recobra el interés hasta el sorpresivo final.

Su protagonista, un encantador Hugh Grant, alcanzaría el estrellato y se convirtió en el rey de la comedia romántica. Encarna al típico solterón de oro que reniega del matrimonio pero que se enamora perdidamente de una norteamericana a la que conoce en una boda y con la que se acuesta. Mientras tanto sus compañeros de fatigas se casan y él por no quedarse atrás decide comprometerse con una antigua novia. Pero su amante americana vuelve a aparecer en escena complicando las cosas para él que tendrá que elegir entre una y otra.

En definitiva, Cuatro bodas y un funeral es una obra comercial y entretenida con la que le público se identifica fácilmente al tratar un tema tan trascendental como el matrimonio. Los actores están muy bien en sus papeles y varios de ellos alcanzarían diferentes cotas de fama unos pocos años después. En la banda sonora destaca el tema versionado por Wet Wet Wet de "Love is all around" que mejora el original de los The Troggs. Un tema muy apropiado para la temática de la historia.