En Tahití (Polinesia Francesa) el Alto Comisario de la República, De Roller,
percibe movimientos que amenazan su estatus: un casino, un submarino del que desconocen que hace allí, o los rumores de unas pruebas nucleares en la zona.

Con aires de Twin Peaks isleño, cosas que ocurren sobrevolando todo el lugar, que no vemos y personajes bastante curiosos, construye una historia sin nudo claro.

No deja indiferente como todo su cine, en este caso me parece su película más “accesible” con una fotografía que te atrapa en cada escena, es muy cuidada y sabe cómo jugar con ella.
Además sabe jugar con las escenas de noche, son escenas que atrapan.

Tengo entendido que grabo muchas escenas con una Blackmagic Pocket Cinema Camera, visualmente le da mucho juego, una de las mejores escenas es el momento del surf.

Serra no tiene ningún problema en dejar en todo momento claro, que la película está creada por y para él, le da exactamente igual que el espectador entre o no en ella.

Me gusta la crítica que hace al control colonial desde la metrópolis, buscando el control y a la vez permitiendo otros intereses menos buenos para los habitantes de las islas

Lo peor: Puede ser una película desesperante para los que no aguanten películas lentas y que no centran el tema.
Lo mejor: Paisajes y Benoît Magimel hace un gran papel.