Hay quien ve fantasmas dónde no los hay. Seguramente mientras va avanzando Jericho Ridge pensaréis en Asalto a la Comisaría del Distrito 13 (Assault on Precinct 13. John Carpenter, 1976). Yo os recomiendo que lo olvidéis y paséis a disfrutar de un film trepidante lleno de acción, una trama correcta y un desenlace quizás un poco edulcorado pero que se puede perdonar. Tiene cierto aire a las películas de Ryûhei Kitamura que, para el que no lo sepa, es el director de títulos como Downrange (2017) y No One Lives (2012). Esto supongo que ya os pone en guardia. Acción, acción y más acción.

Tabby es una agente de policía de un pequeño pueblo que se queda sola en la comisaría al estar lesionada en un tobillo. Su misión es encargarse de la radio. Sus compañeros parten a una misión cuando es atacada por unos extraños que solo tienen en mente recuperar algo que es suyo. La noche se convertirá en la peor de sus pesadillas.

Hay películas que están rodadas con algo en mente que sólo saben sus creadores, ofreciéndonos productos moralistas, con mensajes varios y que solo entienden ellos para mayor gloria de su egolatría. Son films que tienen que entrarte a la primera o si no estás perdido. Jericho Ridge no va por aquí, su motivación es bien clara: que te lo pases en grande en sus escasos y justos 87 minutos. No necesita más para ofrecernos un producto trepidante repleto de acción y que no descansa en ningún momento. El guion hace algún que otro malabar pero es algo que te puedes tragar. Estamos hablando de cine y nos podemos permitir saltos que no cuadran excesivamente pero que ayudan a que la historia, al final, resulte convincente.

Will Gilbey hace su debut en la dirección en el largo con esta cinta. Abandona en esta ocasión la labor de editor para ponerse detrás de las cámaras y, desde luego, lo hace por la puerta grande. Nos ofrece un producto lleno de ritmo quitando de en medio aquello que sobra. Solo se permite cierta licencia en la relación entre la madre, Tabby, y su hijo Monty, pero lo hace como el resto del film, a vuela pluma y explicando solo lo justo para no cambiar el ritmo del film.

La actriz de origen nigeriano Nikki Amuka-Bird protagoniza Jericho Ridge. Su interpretación es magistral. Recrea un personaje llevado al extremo. Le dan por todos los lados como se suele decir, pero su espíritu de supervivencia puede con todo. Del resto del elenco podemos destacar a Zack Morris en su acertada performance de Monty, y a Philipp Christopher como malo malísimo.

Jericho Ridge es una película para disfrutar de principio a fin. Se os pasará en un suspiro. Puede que al cabo de unos meses no os acordéis mucho de ella. So what? El tiempo que hayáis pasado disfrutándola no os lo quitará nadie.

https://www.terrorweekend.com/2023/11/jericho-ridge-review.html