Me había quedado realmente alucinado con las críticas apoteósicas que llegaban del otro lado del Atlántico referidas al "filme independiente del año", y que luego, y como suele ser costumbre, eran adaptadas (cuando no totalmente fusiladas) en Europa. Y claro, ante tamaña expectación, era inevitable acercarse a verla.

Después del visionado uno se queda con una sensación contradictoria. Efectivamente, la película es simpática y entretenida (salvo algunos leves bajones en su metraje). Pero claro, de ahí a decir poco menos que "viene a salvar al cine actual" y a "aportar un discurso original y novedoso", o poco menos que decir que Diablo Cody es la guionista de la década media un abismo enorme.

El personaje de Juno (del que me imagino que Diablo Cody se ha servido para describirse ella misma de adolescente) llega a ser un tanto insoportable. Es tan "cool", tan inteligente, tan madura, dice unos comentarios tan ingeniosos todo el tiempo, sabe tanto de música, de cine, de la vida, con 16 añitos, que causa en ocasiones bastante repulsión.

En definitiva, una entretenida película, que me hubiese parecido algo mejor sin esa aureola que lleva implícita en cada plano de "la película indie del año". No hacen falta tantas pretensiones para rodar una película tan sencilla.