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Argentina Argentina · Ciudad Autónoma de Buenos Aires
Voto de El Golo Cine:
8
Intriga La doctora Margaret Ford, una eminente psiquiatra con una vida personal poco excitante, tiene un joven paciente que se ha metido en un buen lío: debe 25.000 dólares a unos individuos que están dispuestos a eliminarlo si no salda la deuda. Esa misma noche la doctora acude a un local llamado la "Casa de juegos" con la intención de pagar la deuda de su paciente y conoce a Mick, un elegante timador profesional por el que se sentirá atraída. (FILMAFFINITY) [+]
3 de julio de 2020
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En House of games (1987) David Mamet exhibe un guión superlativo que sigue el derrotero de una profesional de la psicología en el bajo mundo de los estafadores y timadores profesionales.

Por Nicolás Bianchi

La primera película como director del guionista David Mamet consagra el valor de la palabra escrita desde un primer momento. La protagonista es una psicóloga autora de un libro que se titula ‘Driven’, que se podría traducir como pulsión, justamente la energía que pone en movimiento a la narración. Todo está en el texto, en la palabra escrita, por eso el film provee como mejor atractivo una serie de giros en el guión que generan un marco constante de incertidumbre y tensión en la historia.

En la primera escena una admiradora le pide a la doctora Margaret Ford (Lindsay Crouse) un autógrafo por la calle. Ella cumple con lo requerido, un tanto fríamente y rápido, porque es una mujer muy ocupada. Mientras atiende a sus pacientes Margaret busca un nuevo foco de interés, un nuevo tema para continuar con su carrera en ascenso. La llegada a su consultorio de un jugador compulsivo que dice estar en problemas por deudas la introducirán al mundo de los timadores profesionales.

En el relato de Mamet cada acción se engancha delicadamente con la anterior, formando una cadena de eventos que construye a la trama de la película. Margaret, luego de una escena tensa en la que su paciente saca un arma porque dice estar perdido al deberle dinero, que no puede pagar, a la mafia. Prefiere el suicidio a que lo maten. La psicóloga lo convence de dejar de lado esa idea y promete ayudarlo. La pistola queda en el despacho de Margaret, y en una película dirigida por un guionista, eso es un dato importante.

Aún sin saber qué busca, la psicóloga llega al bar donde están los acreedores de su paciente. Es un lugar semi vacío, con una barra y mesas de pool. En el fondo hay una puerta que conduce a un cuarto dónde hay una partida de póker en desarrollo. De allí surge Mike (Joe Mantegna), quien le informa que la deuda del hombre en cuestión es menor, solo 800 dólares, por lo que le da a entender que nadie iba a matarlo por eso. Mike ejerce el encanto de un ilusionista sobre Margaret a quien invita a participar de la partida, porque asegura que si ella lo ayuda en un ejercicio de observación de su rival va a poder ganar mucho dinero. A partir de este punto comienza una relación ‘profesional’ e incluso romántica entre Margaret y Mike.

Resulta interesante detenerse en cómo Mamet construye el personaje de Margaret, que es el núcleo de la película. En principio aparece como una mujer masculinizada. Usa el pelo corto y, por lo general, pantalones largos. No explicita ningún tipo de temor al adentrarse en un submundo de delincuentes y extorsionadores. Su rictus serio recuerda a los personajes duros del film noir, fuma pero prácticamente no bebe, jamás pierde el control. A la vez, su sexualidad, el hecho de sentirse violada cuando algún engaño se devele, motiva su accionar más que la potencial pérdida de dinero. Su pulsión es por el peligro, el riesgo, contra el estancamiento que le proponen su consultorio y sus pacientes regulares.

Con posterioridad es inevitable trazar un paralelo entre House of games y, la muy popular en Argentina, Nueve reinas (2000), que en una comparación aparece como una versión local, no de la película en sí, pero sí del universo de bajofondos, timadores y engaños. Sin dudas que la película de Mamet fue más que una referencia para Damián Bielinsky, ya que hay una gran cantidad de elementos repetidos. Los pequeños engaños, los personajes que rozan lo lumpen, el hotel lujoso, una suerte de sindicato de criminales y, sobre todo, la creación de una atmósfera en la que en algún momento se pierde la noción de quien está engañando a quien y dónde es que termina lo que los personajes denominan ‘trabajo’.

Por sobre todos los detalles, House of games funciona como un thriller atrapante y tenso que involucra a los espectadores en los engaños a los que somete a los protagonistas. Es, además, una obra que cuenta con la prolijidad y simetría de un guión que es el elemento central del film.
El Golo Cine
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