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Voto de Federico_Casado:
7
Drama Una poderosa historia de descubrimiento sexual e intelectual basada en acontecimientos reales a partir de la turbulenta relación entre el joven psiquiatra Carl Jung (Michael Fassbender), su mentor Sigmund Freud (Viggo Mortensen) y Sabina Spielrein (Keira Knightley). A este trío se añade Otto Gross (Vincent Cassel), un paciente libertino decidido a traspasar todos los límites. (FILMAFFINITY)
12 de diciembre de 2011
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cronenberg es un cineasta a todas luces desconcertante. Es capaz de mostrar las mayores y más bajas pasiones con una frialdad absoluta, con el mismo rigor de una enciclopedia y diseccionando cada uno de los factores con la certeza de un experimentado cirujano. Ya en uno de sus primeros (y mejores filmes), "Inseparables" trazaba lo que luego sería su marca de fábrica; la tremenda e insólita capacidad de mostrar las emociones, la pasión, el vértigo de cualquier delirio como el que recita la tabla de multiplicar. Con la misma exactitud y con la misma frialdad. Por eso me resultaba tan sugerente ésta su última película, en la que pone a juego a los inventores del psicoanálisis, Sigmund Freud y su alumno Carl Jung dentro de una turbia historia real de encuentros, desencuentros, engaños, dominación y emociones de lo más salvajes -por supuesto, ocultas tras un perfecto y correctamente cuidado aspecto de principios del siglo XX, en las postrimerías de la Primera Guerra Mundial-. El duelo dialéctico entre el maestro y el alumno sirve de pretexto para meternos de cabeza en una espiral sobre la naturaleza humana, sobre el duelo permanente entre experiencia y talento, entre juventud y madurez. Pero Cronenberg, no contento con este arco dramático, traza uno aún más potente, el de la relación entre Carl Jung y su paciente Sabina Spielrein, que engloba casi todos los parámetros que pueden existir en la psicología y la psiquatría. La narración contenida, el hieratismo de sus intérpretes (todos ellos superlativos, en especial el imparable Fassbender, que llega a comerse en muchos momentos a Mortensen y a Knightley...) y la frialdad de la puesta en escena recuerda a "La Cinta Blanca" de Haneke, donde bullen casi sin poder controlarse una serie de pasiones que son ocultas con la mayor naturalidad. Aunque la herencia de la obra de teatro de Hampton no le hace precisamente un favor al ritmo del film -que en algunos momentos puede ser demasiado lento, especialmente, en el segundo acto- la capacidad visual de Cronenberg con una barroca puesta en escena arquitectónicamente perfecta y envuelta en exquisitos detalles consigue meternos en la historia desde la primera secuencia y ya prácticamente no nos suelta hasta el desenlace. (SIGUE EN SPOILER POR FALTA DE ESPACIO)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Federico_Casado
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