Cada escena es un retrato de la vida de muchos de nosotros: la pareja en el cine, con una ordinaria de la que nos hemos "enchochao" llorando al lado nuestra porque está viendo LA VIDA ES BELLA de la época; la chica persuadiendo al joven de que se quede un poco más en el lecho; el joven llegando tarde a trabajar por esto, y por esto, es despedido; los enamorados jugando en la playa desnudos (¡increíble, un desnudo integral en el 53!)...
Y la jodienda posterior. Resulta que a quien ha dejado embarazada no era precisamente la mujer de sus sueños como él se esperaba, y que ni muchísimo menos, va a serle fiel toda la vida. Y ya está, ya tenemos un hijo con veinte años y una tía que nos ha timado.
Film siniestramente visionario de nuestros tiempos, siniestramente sincero. La desilusionada visión de Bergman sobre el Amor de juventud.