Haz click aquí para copiar la URL

Un verano con Mónica

Drama. Romance Harry Lund, de 19 años, trabaja en un almacén de vidrio y porcelana. Cerca de ahí trabaja Mónica en un almacén de vegetales. Mónica es una chica de 17 años alegre y feliz. Ella empieza una conversación con él al verlo en un café. Después de un tiempo se enamoran. Los dos son hostigados en su empleo por su edad. Mónica abandona su casa después de una discusión con su padre y Harry deja su trabajo después de una discusión con su jefe. Sin ... [+]
1 2 3 4 5 6 10 >>
Críticas 50
Críticas ordenadas por utilidad
8 de mayo de 2007
162 de 175 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ella es vulgar desde que aparece. Él es un pobre desgraciado. Nada que justifique una película salvo por un detalle: ¿Por qué no pueden tener su trozo de infinito? Céline lo dejó escrito en "El viaje al fin de la noche": "El amor es el infinito al alcance de los perros". Céline era una muy mala persona pero un genio clarividente.

¿Por qué Monika, tan poco delicada y tan grosera, nos hace soñar? ¿Porque es sueca y se le ve el trasero?

No. Porque es real. Porque su libertad es real hasta la irritación. Porque su cuerpo huele y se deja tocar y olor y tacto son experiencias que nuestra genética animal reconoce con explosiva naturalidad. Porque es un prodigio de lo más corriente. Porque cuando nos mira no podemos defendernos con la poesía.

Y nuestra imaginación hace el resto. En esta película en la que se ve llover sobre el Mar, el alquimista Bergman convierte a una simple chica desnuda en una sirena de oro con un sencillo reflejo solar. Y, al final, lo hermoso es el recuerdo, la imagen de Monika que se forma en un espejo del sueño que una vez fue real.
Talibán
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
26 de septiembre de 2005
85 de 90 usuarios han encontrado esta crítica útil
Historia de la pasión de un timorato chico por una chica llamada Mónica, el verano que pasan juntos y su posterior crisis. Esa pasión se alimenta de una poderosísima atracción física plasmada con gran precisión (la película es de un inusitado erotismo con desnudo incluido) y de la sensación de libertad que irradia la protagonista (una chica con hambre de vida pero muy voluble e impulsiva).

Formalmente la cinta destaca por la belleza de sus exteriores. Tanto el campo como Estocolmo están rodados de forma tremendamente moderna para el año ´52, anticipando gran parte de las vanguardias que llegarían 6 ó 7 años más tarde. La planificación de las escenas también es interesante, evoluciona desde una cierta simplicidad (casi teatral) a un estilo recargado (cuando la situación emocional de los personajes empeora), empleando una composición usando la luz y las sombras, los cuerpos y los rostros, de forma algo barroca pero de gran expresividad.

Basada en una novela y un guión en el que participa pero del que no es el único responsable, Bergman nos sorprende con una cinta alejada del estilo que le haría famoso, no sólo es capaz por tanto de filmar historias propias, sino también de adaptar su sensibilidad a obras ajenas imprimiendo además intensidad, no conformándose con una mera traslación a imágenes. En todo caso la cinta parece tener un marcado acento autobiográfico, no en vano Bergman mantuvo una relación sentimental con la protagonista.

Sorprende la cinta por varios motivos: la inmensa sensualidad y carnalidad, que sea una película puramente narrativa (sin atisbos de esas profundas reflexiones a las que luego nos acostumbraría) y el toque vanguardista que tiene. En este sentido se adelantó en algunos hallazgos a, por ejemplo, la nouvelle vague (la protagonista mirando directamente a la cámara, los créditos de la película, la salida de Estocolmo e incluso la cámara recreándose en la belleza de Harriet Anderson de una forma similar a lo que haría Godard años más tarde).
Bloomsday
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
7 de marzo de 2010
45 de 48 usuarios han encontrado esta crítica útil
1) Dos caracteres contrapuestos, Harry y Monika, viven su unión durante un verano en la solitaria isla de Örno, a la que se escapan desde Estocolmo en lancha.

La rebelión los ha unido. Él salta contra los jefes del almacén donde trabaja de repartidor. Huérfano de madre, vive con su padre enfermo. Es tímido, retraído, pero que le exploten con malos modos acaba desquiciándole.
Ella vive con su familia. El padre es un borracho de mano larga. Ella no soporta sus gritos y golpes.

La rebeldía les une, y la atracción juvenil, pero son muy distintos. Ella fuma el primer cigarro antes de levantarse, mastica chicle con la boca abierta, lleva el pelo sucio y los novios pasados la increpan por la calle. Él tiene educación más esmerada, quiere estudiar ingeniería, crear un hogar tradicional.

Se conocen cuando ella le pide fuego en un bar. Él consigue encender la cerilla al cuarto o quinto intento.
Van al cine, a una romántica. Mientras ella llora en un pañuelo, él bosteza.


2) El verano en la isla solitaria es luz, sensualidad, silencio, amplitud, pájaros, desnudez, gozo. Como vagabundos, beben junto a una fogata.

Lejos de la civilización y la vida urbana, de las obligaciones y el trabajo, viven la naturaleza sin otra ley que el placer, lo físico, el instante. Con todo a favor, la felicidad es la armonía sexual.

Las estaciones se suceden y aguarda el difícil mundo humano, sólo viable dentro del orden establecido. Precio, la sumisión, la pared de ladrillos frente a la ventana; si no, oscuridad: marginación, pecado, fracaso…

Ella mira largo a cámara, desafiante, mientras anochece.
Cuando él mire a cámara será cuando descubra que el verano se ha convertido en un banco de recuerdos tonificantes.


3) Producción modesta, su planteamiento va más allá del neorrealismo en que se apoya, y apunta un tema arquetípico: el carácter débil del hombre frente al instinto vital de la mujer.
Las descripciones del paisaje de la isla son memorables.

Temprana obra maestra de Bergman, influyó en la Nouvelle Vague. En “Los 400 golpes”, el niño Doinel roba una foto de Harriet Andersson, cuyo natural desnudo se convirtió en símbolo libertario: imagen de la felicidad pagana, el esplendor y la plenitud del cuerpo a la luz cenital del verano, mientras dura.
Archilupo
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
23 de diciembre de 2013
45 de 48 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Sólo Bergman sabe filmar a los hombres tal como los aman y detestan las mujeres, y a las mujeres tal como las aman y detestan los hombres". Jean-Luc Godard.

...

Ingmar, ¿cómo sabías todo esto? ¿Cómo sabías de mis rincones secretos de sol y mar? ¿Cómo sabías de Mónica? Es que el romance uno lo vive así: un paraíso edénico, en el que sólo caben dos. Y todo imbuido de su propia naturaleza libertaria contra todo. No hay nadie capaz de invadir el paréntesis. Intimidad total, desnudez permanente; lejos, lejos, más lejos aún de todo y de todos los ojos y todas las lenguas.

Además eres sabio, Ingmar. Sabías que el paraíso incluía una serpiente. La eternidad no existe. Es un truco de la vida, un espejismo.

Vas a llevarte el primer puñetazo de realidad pronto.

Pones tu barca rumbo a la ciudad, que sabía que tarde o temprano volverías.

Y entonces se acaba. Y cómo duele. El edén se marchita en un marrón irreversible, la sirena se zambulle en el mar, la llama se apaga y el agua se enfría. El sol, el silencio y el brillo del mar dejan paso a la sombra, al bullicio y al cemento. Como bagaje, otro recuerdo más que atar al tobillo.

Al alejarte, ingenuo, lo que hiciste es trazar una parábola.

—En primavera surgen nuevos amores.
—Sí... Maldita sea.
¡Con qué clarividencia nos observaron los viejos, que venían de vuelta de todo!

Ella no respetó que su libertad acabara donde empezaba la mía. Desapareció porque su apetito de vida era demasiado grande. Admiro su inconformismo; me asquea su vileza. No sé qué habrá sido de ella.

Ingmar, han dicho que eres aburrido, que eres sombrío y neurótico, que chorreas erudición pomposa. Y a mí me has emocionado, y no sé cuántas veces van ya. Has rescatado 'Un verano con Mónica' de algún rincón de mi cabeza, y le has dado vida con imágenes de mis entrañas.

Sentémonos, Ingmar. En esta sala de cine sólo estamos tú y yo; nadie nos molestará. Siéntate, y recordemos a Mónica una última vez.

Gracias.
Nuño
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
24 de marzo de 2009
41 de 46 usuarios han encontrado esta crítica útil
Uno de los primeros trabajos importantes de Ingmar Bergman (1918-2007), escrito y dirigido por él. El guión se basa en la novela “Sommaren med Monika”/”Summer with Monika” (1951), de Per Arnders Folgeström. Se rueda durante el verano de 1952 en la isla de Ornö, del archipiélago de Estocolmo, y en los platós de Svenk Filmindustri (Estocolmo), con un bajo presupuesto. Producido por Allan Ekelund para Svenk Filmindustri, se estrena el 9-II-1953 (Suecia).

La acción dramática tiene lugar entre los últimos días de primavera y las primeras semanas de invierno, en 1952/53, en la isla Ornö y en Estocolmo. La joven Mónica (Andersson), de 17 años, traba conversación en un bar con Harry (Ekberg), de 19 años. Ella trabaja como dependienta en un puesto de venta de verduras y hortalizas de un mercado de barrio. Él trabaja como auxiliar de peón en un almacén de distribución y venta de loza, vajillas y cristalería. Ella es voluble, impulsiva, poco delicada, desagradecida, cínica y encantadora. La mueven deseos irrefrenables de libertad e independencia. Él es un pobre chico, timorato, bondadoso, bonachón e idealista.

El film suma drama y romance. Desarrolla una historia sencilla, realista y conmovedora. Explora la evolución de un apasionado enamoramiento juvenil de dos adolescentes inexpertos, de escasa formación y procedentes de entornos familiares problemáticos. Tras once largometrajes de estudio y aprendizaje, Bergman rueda este film como obra de madurez (la plenitud llegará más adelante) y de transición. Contiene elementos del complejo mundo personal del realizador, que éste irá desvelando y concretando a lo largo de su filmografía.

El rodaje al aire libre, en escenarios reales, exentos de artificiosidad; el tema del amor, en este caso de una pareja joven; sus aspiraciones de libertad; el realismo de la trama; y otros factores, hacen que la cinta sea vista con admiración por la “nouvelle vague” francesa, sobre la que ejerce una influencia que admiten y reconocen expresamente los líderes del movimiento. François Truffaut en “Los cuatrocientos golpes” (1959) dedica una escena de homenaje al film: Antoine Doinel, de niño, roba de la cartelera de un cine una fotografía de Harriet Andersson que reproduce un fotograma de la película.

Cabe decir que los diálogos están resueltos con habilidad y brillantez, los caracteres se presentan construidos con esmero y bien diferenciados, la puesta en escena se beneficia de soluciones inspiradas en la naturalidad y la libertad. La construcción del film acusa algunos síntomas de relajación, posiblemente debidos a la preeminencia que el realizador otorga al festín de amor físico y libertad sobre otras cuestiones.

(Sigue en el “spoiler” sin desvelar partes del argumento)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Miquel
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
1 2 3 4 5 6 10 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow