Estamos ante una de las mayores películas de la historia del cine, magistralmente dirigida e interpretada.
John Ford nos cuenta una historia que raya la perfección, la dirección y el guión son impresionantes y el blanco y negro de la película es un gran acierto por el tema que se trata, una historia oscura, más parecido a una obra teatral por los interiores de la película que a una película del oeste.
La película narra el final del viejo oeste y el principio de una nueva era por la llegada del ferrocarril, de la ley y la democracía, traidas por un joven abogado.
Los actores son un espectáculo en acción; James Stewart está inmenso, como siempre, en su papel de abogado que solo piensa en sus leyes y en hacerlas respetar, Lee Marvin despliega una de las mejores actuaciones que ha hecho como el malvado del film que no es otro que Liberty Valance y el Duke, lo que es lo mismo impresionante John Wayne está ante su mejor interpretación.
Solamente con la presencia de John Wayne, la pena sentarse en el sofá y dejarse llevar por esta maravilla del séptimo arte.
Una de las escenas más increibles y creíbles de la historia del cine es la del famoso bistec, cuando Liberty Valance pone la zancadilla al abogado(James Sewart) y a este se le cae el bistec, el gran John Wayne se pone delante y le dice a Valace que lo recoja. Puro cine en acción, en el que los tres actores están impresionantes, sobre todo John Wayne, que impresiona verle en acción en esa escena y en toda la película.
Una auténtica maravilla del séptimo arte.
La película hay que verla varías veces para quedarte bién con todo, porque se pueden escapar detalles que posteriormente vas atrapando.
La peli te atrapa de principio a fín.
Auténtico cine en estado puro.
Sencillamente impresionante.