Se nos presentan los primeros días del gobierno de Winston Churchill y lo que tuvo que lidiar contra su propio partido, sobre todo el cobarde y derrotista Lord Halifax, empeñado en rendirse de hoz y coz a la barbarie nazi, ignoro si añadiendo a su cobardía simpatías hacia los crímenes de Hilter y su lacayo el duce. Gary Oldman está increíble en la caracterización de este gran hombre, que salvó al mundo de una segura victoria del Tercer Reich, solo, acorralado, sin más apoyos que algunos laboristas, su mujer, su secretaria y Jorge VI. Todo el ejército británico estaba mortalmente acorralado en Dunkerke y la Wermacht avanzaba imparable conquistando Europa como quien juega el parchís. Pero hubo un hombre de principios, valiente, todo lo borracho y flaqueante que se quiera, pero que supo unir al pueblo británico y salir casi indemne de una situación que estaba más que perdida. Película de despachos, de actores, narrada con brío y hagiográfica, esta obra maestra debería ser de obligada visión en todos los colegios, universidades, cineclubs, asociaciones de vecinos....


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