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Voto de The_End:
9
Drama El señor Shi es un viudo jubilado que vive en Pekín. Cuando su única hija Yilan, que reside en Estados Unidos, se divorcia, va a visitarla a la pequeña ciudad en la que trabaja como bibliotecaria. Su intención es estar con ella hasta que consiga rehacer su matrimonio. Sin embargo, cuando él insiste en conocer las causas del divorcio, su hija empieza a evitarlo. (FILMAFFINITY)
17 de mayo de 2008
3 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mil años de oración no tiene principio y no tiene final. Empieza cuando una tragedia ya ha sucedido, y acaba cuando suena un tren a lo lejos. Si hubiera sido una película de estudio, hubiera empezado enseñándonos la tragedia, y hubiera acabado en un abrazo o un beso entre los protagonistas y un negro soltando chistes sin parar (desde aquí mi indignación por el tópico del negro molón, explico esto no vaya tener problemas, como ya he tenido con muchos usuarios de FA que se quejan de que soy racista y xenófobo. Y lo soy solo con los españoles y los italianos). Pero no, este filme es algo diferente.

Me gustaría poder transmitir correctamente y poder emocionar al personal de la misma manera que esta película me ha tocado a mi. Odio cuando voy al cine y no disfruto de la proyección y alrededor mía todo son caras de satisfacción, o cuando recomiendo una película a alguien y este termina detestándola. Y sobre todo odio no poder decir con palabras o letras lo maravilloso que me resultan mis películas favoritas.

Pero en esta película ganan los silencios, los sobreentendidos, la información que manejan los protagonistas e ignora el que asiste a la proyección. Esas comidas en silencio, esas miradas perdidas...mierda, no creo que lo este haciendo bien, pero termino con los ojos algo rojos y mojados. Hablando de ojos, los dos protagonistas siempre tienen la misma expresión cansada, con los ojos sin vida. O igual es que son chinos y los tienen así (si quería emocionar al lector no debería haber metido este chiste tan malo).

En una película de Jolivú típica, cuando madre e hija chocan en sus ideas, al final la madre, que siempre tiene las ideas más conservadoras y tontas, como que su hija no puede ir a la fiesta con un hispano, cede, y ambas terminan abrazadas o... ¿besándose? mientras un negro molón aparece por la ventana contando un chiste (los negros molones solo pueden ser mejores amigos de la chica. A esto no se le llama racismo, se le llama ser un guionista genial). Esto no pasa aquí, son dos mundos que chocan, y nadie esta dispuesto a comprender las razones del otro. Nadie se va a poner en la piel de la otra persona. Uno quiere redimirse y considera moralmente obligatorio que la otra persona acepte su disculpa silenciosa sin más, la otra persona espera un "lo siento" que nunca llegará. Uno quiere dar consejos a la otra persona, mientras que esta solo quiere estar sola, con 35 años y fracasada amorosamente, consciente de que esta al borde del precipicio; sabe que puede acabar sus días sola y con 35 gatos.

Y los dos se mienten. Para no herir. Para que el otro no haga preguntas. Para engañarse a si mismos y creer, que en el fondo, son felices.

-Soy ingeniero espacial.

Hacía tiempo que una frase tan corta no hacía tanto daño en una sala al acabar la proyección.

Sigo en el spoiler.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
The_End
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