Cierto que la trama llegue a confundir al espectador, que las interpretaciones no sean lo perfectas que se requiere, que Paz Vega haya hecho uno de sus peores papeles, que haya escenas puramente vergonzosas... Pero aún así, considero "La ignorancia de la sangre" como una película pasable. Entretiene a pesar de su embrollo, sigue las olas manejándose bien en Sevilla, en Madrid o en Marruecos, nos regala un buen trabajo de Cuca Escribano y se sumerge en diferentes temáticas a priori tan distanciadas como pueden ser la mafia rusa y el terrorismo islámico.

Falcón es el protagonista de la historia, un detective que se ve acorralado por un compendio de situaciones cada vez más estrambóticas. Su novia, Consuelo (Paz Vega), se involucra indirectamente al igual que su hijo, que es secuestrado. Todo esto les hará pasar por varias bandas de mafia rusa y por un infiltrado en el movimiento terrorista árabe en Marruecos.

Los clichés y las redundancias son notables, y es cierto que el regusto que deja la película es de algo pasajero y olvidable. La actuación de Paz Vega la deja a sí misma a la altura del betún: falta de credibilidad en los momentos más tensos y un paso indiferente por toda la historia. Juan Diego Botto aguanta el tipo a duras penas, quizá consciente de que todo resultará menos de lo previsto. Cuca Escribano hace un meritorio papel secundario, bien interpretado y bastante coherente. Pero a pesar de todo lo negativo y de que probablemente se olvide a la media hora de haberla visto, "La ignorancia de la sangre" cumple (para mí) con el objetivo que (yo) había puesto: resultar entretenida.