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España España · La Laguna (Tenerife)
Voto de Yo mismo (o no):
5
Drama En 1956, la joven actriz Marilyn Monroe (Michelle Williams) llega a Inglaterra para protagonizar con Sir Laurence Olivier (Kenneth Branagh) la película "El príncipe y la corista". Colin Clark (Eddie Redmayne), un joven de 23 años con buenos contactos, consigue un trabajo como ayudante de producción y es testigo del choque de egos y la tensa relación entre Olivier y Marilyn durante el rodaje. (FILMAFFINITY)
19 de enero de 2014
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¿A alguien le resulta veraz la historia publicada por Colin Clark? Lo terrible es que en esta película sí que se da por válido su argumento. No tan siquiera que tuviese un affaire con Marilyn, sino que fuese ella misma la que lo sedujera. Inconcebible. Pues 'Mi semana con Marilyn' es un canto para vanagloriar la memoria del chico de los recados de Laurence Olivier, que no tuvo que hacer nada, simplemente estar en el sitio adecuado en el momento adecuado. Más allá de estas ficciones (que solo tienen cabida en las cabezas de aquellos que dan por hecho el asunto), nos encontramos más a la Norma Jean que a la Marilyn Monroe, atravesada por una felicidad y una tristeza que no pudo calmar ni con su tercer matrimonio, con el dramaturgo Arthur Miller, aquel que tras algunas semanas de casados ya no podía ni soportarla. Una Norma Jean convertida en un juguete de sus agentes, que decidían por ella, la medicaban, la drogaban y la manejaban a su antojo. Nos presentan a una rubia medio drogada, medio idiota que tan siquiera balbuceaba entre vestidos y sábanas.

La dificultad del personaje ha podido con Michelle Williams, la cual no ha podido transmitirte cercanía con la Marilyn original. Pero la chica lo ha intentado. Quien sí que ha estado soberbio es Kenneth Branagh, impecable como Laurence Olivier, creyéndose en todo momento a un personaje que se nota y se siente que admira. Otro personaje a destacar es el de Judi Dench, como siempre maravillosa, aunque con poca presencia en pantalla. Y, entre todo esto, el tal Colin Clark representado por Eddie Redmayne, absolutamente subido a los altares de la gloria por ser un ayudante de dirección que encandiló a la musa de la época (siempre siguiendo las ensoñaciones del tal Colin Clark).

'Mi semana con Marilyn' no es una mala película, entretiene y nos presenta buenas actuaciones, pero cae en diversos fallos garrafales a mi juicio: caer en los estereotipos más comunes y dar por verdadera una historia que no se sostiene. Ustedes juzgarán.
Yo mismo (o no)
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