Que quede claro que 2 de los 3 puntos que le otorgo a la película corresponden a Lizzy Caplan, la única capaz de aguantar y/o levantar una película que hace aguas por todas partes. Lo que intentaba ser una comedia gamberra (sobre todo al principio, yendo a saco de buenas a primeras) se queda en un "quiero y no puedo" sustentado en otras subtramas de corte romántico.

Una preparación de boda suspendida por un enfado que lleva a una juerga que pone en compromiso la misma boda. Desfile de secundarios (el otro punto de mi votación se lo lleva James Marsden) que se precipitan en el absurdo de una despedida de soltero/a la víspera de casarse unidos al trío principal encabezado por una correcta pero plana Kirsten Dunst la cual se sostiene con la ya mencionada Caplan. El desenlace (junto al desarrollo) carece de originalidad y parece haber mamado de otras juergas nocturnas con mejor resultado que esta.

Es cierto que hay que dejar pretensiones y deseos a un lado cuando uno se enfrenta a películas de este tipo y que, de una manera u otra, da lo que promete, pero lo que sí se les puede pedir es un mínimo de originalidad y algo más de comedia (reírte, lo que se dice reírte, no lo harás viendo esta película).