La segunda parte ha quedado en un escalón inferior con respecto a la primera, debido en mayor parte a los mordiscos que se le ha dado al cómic del que deriva y debido en parte también a que esta HitGirl ya se nos ha hecho mayor. El papel de la chica ha tenido que ajustarse a sus quince años y, por ende, a un comportamiento puramente adolescente y pueril: la búsqueda de su primer amor, la batalla con las chicas fashion del instituto, las clases... Una HitGirl de la que prácticamente no tenemos noticias hasta el último tramo de la película, hecho que desmejora y languidece todo lo anterior.

Pero para hacer visible esta secuela han optado por ablandar el guion, por enternecer secuencias que en el cómic resaltaban como más cruentas y heavies. Debido a esto, el personaje de Christopher Mintz-Plasse, el "HijoPuta", queda como un tonto blandurrión de tres al cuarto, que no se toma en serio en ningún momento. Por eso, esta película también está carente de un auténtico malvado, ya que nos queda un "clown" disfrazado de sadomasoquista que en ningún momento conecta con lo que se espera de él.

Por lo demás, decir que teniendo el valor suficiente para no convertirla en un producto "light" semi.políticamente correcto, hubiera quedado a la misma altura de la primera parte. Pero no ha sido el caso.