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España España · Zaragoza
Voto de Hilodeseda:
7
Intriga. Drama En 1947, Holmes vive retirado en una remota granja de Sussex con un ama de llaves y el hijo de ésta. Cumplidos los 93 años, su memoria y su capacidad intelectual empiezan a deteriorarse. Su rutinaria vida se limita al cuidado de su colmena, a la escritura de su diario y a la lucha contra su pérdida de facultades. De repente, se le presenta un caso desconocido hasta el momento. (FILMAFFINITY)
28 de agosto de 2015
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
El magnetismo que desde siempre ha generado la figura literaria de Sherlock Holmes es de enormes dimensiones. Las primeras adaptaciones cinematográficas sobre este popular personaje de ficción datan de 1939, cuando Sidney Lanfield dirigió ‘El perro de los Baskerville’ basada en la novela que Arthur Conan Doyle escribió entre 1901 y 1902; adaptaciones de novelas y relatos que no han cesado de llegar a través de diversos medios como el cine, el teatro o la televisión (con gran éxito para la última serie televisiva que adapta ‘Sherlock’ al Londres actual y que protagoniza el genial Benedict Cumberbatch) y que normalmente se centran en épocas donde el personaje se encuentra en plenitud física (juventud o madurez). Sin embargo, el último film que nos llega sobre la figura del mítico detective británico nos ubica a un Sherlock Holmes en su última etapa vital, en concreto en los 93 años.

‘Mr. Holmes’, dirigida por el irregular realizador británico Bill Condon (‘El quinto poder’, ‘Dioses y monstruos’, ‘La saga Crepúsculo: Amanecer parte 1 y 2’ o ‘Dreamgirls’), está basada en la novela escrita por Mitch Cullin ‘A slight trick of the mind’ en 2005. En ella contemplamos como Holmes nonagenario y en pleno retiro, trata de recordar los pormenores de su último caso y que a su vez le llevaron al abandono de su profesión hace al menos treinta años.

Holmes -interpretado por un soberbio Ian McKellen- quiere terminar sus últimos días retirado y alejado del mundanal ruido en una campiña británica con la única compañía de su ama de llaves, la señora Munro (Laura Linney), y su hijo Roger (Milo Parker) y con los únicos alicientes de tratar de frenar su ausencia de memoria (a través de infusiones de pimienta de Sichuan) y del cuidado de su apiario. A medida que avanza el metraje el guion va esbozando, a través de sus frágiles recuerdos en forma de flashbacks, dos momentos separados de su pasado: El caso que motivó su abandono -por causas que no recuerda- y el reciente viaje a una Japón en la postguerra para reunirse con un supuesto admirador, el señor Umezaki (Hiroyuki Sanada).

El film desprende sutilidad, sensibilidad, amistad y aceptación de la vejez. La película tiene en Ian McKellen a su auténtico referente, un actor que se hace propio el personaje y que sabe modular físicamente y gestualmente en las dos épocas en el que lo vemos y con treinta años de diferencia entre ambas. La riqueza gestual es soberbia y a pesar de que en ocasiones pueda excederse en alguna secuencia podemos recomendar el film solamente por ver al actor británico. La nominada al Oscar Laura Linney tiene un papel secundario con cierto peso en la trama, el peso de la influencia y las cuentas pendientes que marca con su hijo, el auténtico dinamizador de la historia y de la mente de Holmes. El joven Milo Parker interpretando a James rebela un actor con mucho futuro, y ejecuta desde lo voluble de su carácter, una interpretación que, junto a la de McKellen, harán de ellos un tándem hermoso e inolvidable. El guion (obra de Jeffrey Hatcher) quizás sufra algún altibajo con tanto flashback, y sobre todo con lo relacionado con Japón, donde perdemos algo de tensión pero nunca de interés. La relación entre el joven y el maestro, catalizada por las memorias que el detective retirado escribe y su lucha por mantener la memoria y el apiario en pie, harán de la historia un tour de force enorme para un aciano Holmes de 93 años.

La banda sonora de Carter Burwell recoge toda la delicadeza de los paisajes británicos o japoneses al tono de los instrumentos de cuerda y viento. Un score que recoge los golpes necesarios de tensión, intriga, ternura y comprensión, potenciándolos sin molestar ni mostrar un subrayado molesto. La fotografía no llama especialmente la atención como sí hace el diseño de vestuario, mucho más trabajado y poderoso.

Un film para apreciar matices gestuales y de lucha personal contra el olvido. Pleno además de sentimientos que mostrará una de las últimas aventuras del famoso Sherlock Holmes y que mostrará uno de los guiños más simpáticos de los últimos años, ese en el que un anciano Holmes contempla una obra cinematográfica sobre su figura y donde él mismo está interpretado por Nicholas Rowe, el actor que hacía del joven Holmes en aquella magnífica cinta de los ochenta llamada ‘El secreto de la pirámide’.
Un film muy interesante que recomiendo visionar.

Lo mejor: Ian McKellen. La belleza de la amistad de Holmes y James.
Lo peor: Quizás demasiada carga de flashbacks.

Valoración:
Banda sonora: 7,5
Fotografía: 6
Interpretación: 8
Dirección: 7
Guion: 6,5
Satisfacción: 7
NOTA FINAL: 7

@hilideseda - www.habladecine.com
Hilodeseda
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