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Drama
En la Rusia de fin de siglo XIX, con el Imperio al borde de la revolución, un hombre cambiará la historia para siempre. Es Rasputin, y le llaman el monje loco, pero muchos creen en sus poderes sobrenaturales, los cuales dicen que han salvado la vida del hijo del zar. Su influencia no tiene límites y tampoco su ambición. El mundo no será el mismo cuando alcance el poder. (FILMAFFINITY)
15 de diciembre de 2022
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Grigori Rasputín es una figura controvertida y a esta cinta hay que agradecerle que siembre dudas razonables en el espectador. Estas dudas son la premisa ideal para aproximarse a un personaje histórico del que, en realidad, se sabe muy poco: era un simple campesino siberiano que logró sentarse en la misma mesa que los zares de la Rusia imperial e influir en los Románov hasta el punto de pasar a la historia.
¿Quién era Rasputín? Loco, curandero, libertino, manipulador, ambicioso, influyente, espiritual, enigmático, estafador… probablemente fuera todo a la vez.
La esencia de este biopic es, sin género de dudas, Alan Rickman. Su fascinante interpretación es desgarradora, despojada de todo juicio, desnudándose literal y figuradamente para que sea el espectador quien dictamine quién era en realidad Rasputín. Rickman es magnético, aterrador, fascinante y a la vez repulsivo: exactamente el Rasputín que necesitábamos en pantalla.
¿Quién era Rasputín? Loco, curandero, libertino, manipulador, ambicioso, influyente, espiritual, enigmático, estafador… probablemente fuera todo a la vez.
La esencia de este biopic es, sin género de dudas, Alan Rickman. Su fascinante interpretación es desgarradora, despojada de todo juicio, desnudándose literal y figuradamente para que sea el espectador quien dictamine quién era en realidad Rasputín. Rickman es magnético, aterrador, fascinante y a la vez repulsivo: exactamente el Rasputín que necesitábamos en pantalla.