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Voto de Sergio Berbel:
10
Drama. Romance. Aventuras Rusia, revolución bolchevique (1917). La guerra civil que sigue a la revolución mantiene al país profundamente dividido. En medio del conflicto, asistimos al drama íntimo de un hombre que lucha por sobrevivir. Este hombre es Zhivago, poeta y cirujano, marido y amante, cuya vida trastornada por la guerra afecta a las vidas de otros, incluida Tonya, su esposa, y Lara, la mujer de la que se enamora apasionadamente. (FILMAFFINITY)
19 de marzo de 2024
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
El británico David Lean es uno de los mejores cineastas que haya dado el cine mundial. Es imposible intentar conformar la historia del siglo XX a través del cine sin recurrir a su filmografía. De su mano nos hemos asomado a muchos de los acontecimientos históricos más importantes gracias a “El puente sobre el río Kwai”, “Lawrence de Arabia” o “La hija de Ryan” (mi favorita). “Doctor Zhivago” es más popular y quién sabe si la mejor de todas ellas. Me sigue marcando cada vez que la revisito, conformando uno de los recuerdos más imborrables de mi memoria cinéfila, porque en ella David Lean es capaz, tres años después de deslumbrar al mundo con “Lawrence de Arabia”, de dar el último giro de tuerca y de obtener el más difícil todavía. Si alguien pensaba que el desierto de “Lawrence de Arabia” era insuperable, Lean demostró que Moscú y la nevada estepa rusa pude incluso superarlo.

Pero, más allá de la temática, lo que hace levitar al cinéfilo más exigente con la filmografía de David Lean es su esteticismo, la belleza hipnótica de sus imágenes, la poesía visual continua, nacida de un ser superdotado para crear arte en cada plano. Hay determinadas escenas que permanecerán para siempre vivas en la zona más noble de mi memoria, como ese travelling moscovita desde el que, recorriendo la cámara toda la fachada del edificio, nos va mostrando la acción que pretende contar y que se va desarrollando a través de cada una de sus ventanas. Uno de los más bellos momentos de la historia del cine. Como vivirán dentro de tu interior esas escenas vistas desde el otro lado de las ventanas heladas donde el espectador no accede al diálogo que se desarrolla entre sus personajes. Las ventanas, las ventanas, las ventanas… “Doctor Zhivago” contiene las ventanas más hermosas del Séptimo Arte. La perfección de David Lean no tiene límites.

También para narrar la historia el genio británico concibe el film como un impresionante flashback (como ocurriera en “Lawrence de Arabia”) de 197 minutos que acaban sabiendo a poco. Nunca nadie jamás ha retratado de manera más bella y apasionante los gélidos territorios rusos como David Lean en “Lawrence de Arabia”.

Y vuelve a contar para ello de nuevo con la complicidad del compositor Maurice Jarre para crear otra BSO tan épica como la de “Lawrence de Arabia”, conformando uno de los temas musicales más importantes de toda la historia, el “Tema de Lara”. Unimos a ello la dirección de fotografía de nuevo de Freddie Young, a la altura de la que lograse en la película anteriormente citada.

Y todo para sostener uno de los mejores relatos antibelicistas que nos haya regalado el cine a través de la vida, desde la infancia hasta la senectud, de Yuri Zhivago, superviviente de la terrible participación rusa en la I Guerra Mundial, de la Revolución Bolchevique que la anterior produjo ante el hambre y la desesperación del pueblo ruso, así como la guerra civil posterior habida entre los rojos revolucionarios contra los blancos zaristas. Un hombre siempre en mitad de ninguna parte, amigo y enemigo de todos los bandos, como también habitando perpetuamente en un cruce de caminos sentimental entre la mujer que debía amar y con la que se casó (Tonya) y de la que realmente estuvo enamorado toda su vida (Lara).

Este edificio fílmico, uno de los más esbeltos jamás habidos, tiene como cimientos las interpretaciones de su elenco artístico, desde un Omar Sharif en el mejor papel de su carrera hasta una liviana e inocente Geraldine Chaplin como su cándida esposa, un Alec Guinness regalándonos otro secundario de lujo en la filmografía de David Lean y…

… claro, la gran estrella de todo su metraje, la diosa insuperable Julie Christie como Lara. No sé si estamos ante su mejor interpretación, porque ella siempre fue diosa en toda cinta en la que apareciera, pero sin duda podemos afirmar que estamos ante el personaje que la encumbró y la convirtió en mito. La película gravita íntegramente alrededor de la interpretación de Julie Christie (quien luego fuera musa del Nuevo Hollywood setentero) y de ese mítico personaje de Lara.

Obtuvo 5 Oscars en la edición de 1965, lo cual no permite perdonar a la Academia de Hollywood la infamia inexplicable de no concederle el de Mejor Película y Mejor Dirección.
Sergio Berbel
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