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Voto de Sergio Berbel:
8
Ciencia ficción. Intriga Ambientada en una sociedad futura, en la que la mayor parte de los niños son concebidos in vitro y con técnicas de selección genética. Vincent (Ethan Hawke), uno de los últimos niños concebidos de modo natural, nace con una deficiencia cardíaca y no le auguran más de treinta años de vida. Se le considera un inválido y, como tal, está condenado a realizar los trabajos más desagradables. Su hermano Anton, en cambio, ha recibido una ... [+]
19 de febrero de 2024
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Las propuestas cinematográficas de ciencia-ficción no suelen tener buena acogida por mi parte, salvo que sean como “Gattaca”, un fantástico film carente totalmente de efectos especiales, con escaso presupuesto, una historia perfectamente definida, unos personajes creíbles y emocionantes y unas intenciones de denuncia de la discriminación y la desigualdad social valiente y certera. Si a ello le unimos un aspecto visual bellísimamente apabullante, estamos ante una gran película, a la que se le perdona fácilmente algún desliz hacia la comercialidad en el que incurre en algún momento de su metraje, en aras a calmar las ansias de comercialidad de la producción, a cambio de todo lo que nos regala si se lo perdonamos.

Antes de entrar en su apasionante argumento, lo primero que destaca en esta gran película de Andrew Niccol es su brillante aspecto formal. Sin utilizar un solo efecto especial, a través de una fotografía maravillosamente saturada y esteticista de Slawomir Idziak, nos introduce en una distopía futurista con cierta estética de los USA de los años 60 que embelesa al cinéfilo más exquisito. Ese futurismo retro resulta arrebatador y la mejor baza del film.

A ello acompañan unas interpretaciones magistrales de un trío actoral épico formando por Uma Thurman, Ethan Hawke y Jude Law. Ellos sostienen sus difíciles y a ratos excesivos personajes siempre en el alambre, con una solvencia y una credibilidad encomiables, pura profesional artística para hacer creíble el interesante guión del propio Andrew Niccol, que denuncia las discriminaciones entre seres humanos desde el nacimiento. En este caso, la que sufre el personaje de Ethan Hawke por ser uno de los últimos niños nacidos de forma natural y, por tanto, con defectos genéticos, en un mundo donde casi todos los concebidos lo son previa manipulación genética para resultar perfectos y de diseño. En lógica consecuencia, todos los puestos importantes en la sociedad están reservados para esos seres prefabricados perfectos. El problema es que nuestro protagonista, a pesar de su grave deficiencia cardíaca congénita, quiere ser astronauta y, para lograr colarse en la gran institución que los forma, Gattaca, se hace pasar por el personaje de Jude Law para saltarse a través de su sangre y su pelo todos los controles genéticos diarios.

Con esta premisa argumental, Andrew Niccol pone el dedo en la llaga de las sociedades ultracapitalistas que expulsan de su seno y de cualquier oportunidad de prosperar a los inferiores, creando sistemas con tendencias fascistas donde sólo se permite sobrevivir al más fuerte.

Dicho sea de paso, la parte musical del film no es cosa menor, dado que se encargó a cierto genio que responde al nombre de Michael Nyman y que deja una composición magistral para el recuerdo. Lástima que algunos giros comerciales demasiado previsibles lastren el resultado final de la cinta.
Sergio Berbel
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