Una idea interesante y un planteamiento simpático malogrados por completo. La caracterización de Glover como abuelo cebolleta encanecido, el histriónico e insufrible Jack Black gesticulando a lo Carrey, y el agarbanzado personaje que interpreta Mos Def echan a perder sus posibles virtudes. Ese tono nostálgico a lo “Cinema Paradiso”, que creo que nunca consigue, y los constantes guiños cinéfilos no logran salvar una propuesta que pronto deriva desde la gamberrada ocurrente hasta la estupidez más previsible. A lo mejor me ha pillado en el momento menos adecuado, pero lo cierto es que no me ha hecho la menor gracia. Un fallido homenaje al cine que muy bien podría haberse titulado “Dos tarados en apuros”.