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España España · Madrid
Voto de OsitoF:
4
Fantástico. Aventuras. Drama Adaptación de un cuento para niños de Maurice Sendak. Cuando Max, un niño desobediente, es enviado a la cama sin cenar, se zambulle en un mundo imaginario creado por él y que está poblado por feroces criaturas que le obedecen ciegamente. (FILMAFFINITY)
12 de febrero de 2011
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Jamás había oído hablar de nada relacionado con “Donde viven los monstruos” pero, por lo que cuentan, ha sido la obra infantil de referencia de varias generaciones de niños norteamericanos, del mismo modo que “El principito” o “Espinete” lo han sido para los europeos. Seguramente sean paranoias mías y no tenga nada que ver, pero luego habrá quien se pregunte por qué en Estados Unidos hay no-sé-cuantas-mil muertes violentas al año y en toda la Europa occidental no hay ni la décima parte.

Veamos si por casualidad hay alguna relación: Max es un niñato consentido de padres divorciados con una hermana que pasa de él y una madre le hace todo el caso que puede (que no es poco para alguien que saca adelante sola a toda la familia). Como veis, no se puede decir que sea un chico con drama familiar o, por lo menos, está claro que hay niños que lo pasan peor en familias mucho peores. Un día la madre está hablando con un amigo y no hace todo el caso que pide, así que le da la neura, se pone un disfraz de gato (con una facilidad que hace pensar que no es la primera vez que se pasea por la casa vestido de minino o que incluso va a clase con él), monta un número, muerde a la madre y sale corriendo hacia un lugar de fantasía donde se encuentra con unos monstruos mitad violentos, mitad cobardes.

Y aquí ya me pierdo: yo me niego que pensar que un libro infantil de éxito esté basado en un miedo a todo como el que hay por todas partes en esta película. No hace falta haber estudiado psicología ni ser Freud para identificar todos las clases de temor asociados a cada uno de los monstruos (el miedo a la soledad, a no ser el centro de atención, al qué dirán, al querer caer bien a todos, a pasar desapercibido, a desaprovechar la vida, a TODO) y es perturbador que los niños admiren o quieran ser como unos personajes tan asustados por todo... salvo cuando se muestran violentos, el único momento en que parecen pasárselo bien.

Como adulto, me aburrí y me dejó perplejo el esfuerzo que tuve que hacer para extraer algo de interés a pesar de la simplicidad argumental (los monstruos no hacen nada, no enseñan nada, no aprenden nada) y cómo esperan que los niños pequeños entiendan la forma que tiene Max de proyectar sus inseguridades y miedos sobre cada uno de los monstruos. Spike Jonze ha hecho un gran trabajo de dirección y de recreación de un mundo que hará las delicias de los que deseaban ver tomar forma a sus iconos de la infancia (seguramente hasta Maurice Sendak estará contento por ver la forma en que su libro ha cobrado vida), pero no ha conseguido, o no ha intentado conseguir, una obra que se pueda ver CON niños pequeños. Los críos se aburrirán con unos seres que no hacen más que enfadarse y quejarse por todo y a los adultos nos darán ganas de apagar la tele y darles a los niños un comic de “El Guerrero del antifaz” o “El Capitán Trueno” y que admiren a héroes que viven aventuras como Dios manda (sí, aunque haya violencia contra los sarracenos, ¿qué pasa?).
OsitoF
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