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España España · Madrid
Voto de OsitoF:
6
Drama. Comedia Joy Mangano, una humilde trabajadora de Long Island, acabó convirtiéndose en una popular inventora de productos del hogar y también en uno de los rostros más conocidos de la teletienda americana. (FILMAFFINITY)
24 de septiembre de 2022
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pocos directores hay más fetichistas, en lo que a reparto se refiere, que David O. Russell. O quizá el adjetivo correcto sea endogámico, pero da lo mismo. Revisas su filmografía y enseguida empiezan a repetirse nombres una y otra vez: Christian Bale, Bradley Cooper, Jennifer Lawrence, Robert De Niro, Amy Adams, Mark Wahlberg… es verdad que cuesta entrar en su lista, pero una vez dentro puedes estar seguro de que si él tiene trabajo, tú tienes trabajo. Y, además, da la impresión de que es capaz de sintonizar con las corrientes químicas que fluyen en sus equipos de manera que sabe que Bale rinde más con Adams y Lawrence con Cooper y De Niro, así que tiene como dos equipos de los que va tirando según necesidades del proyecto. Y si el proyecto es grande, como “La gran estafa americana”, llama a los dos.

Lo llamativo, en lo que a resultados se refiere, es que las películas de Russell parecen funcionar mejor con el team Bale-Adams (Badams) que con el Lawrence-Cooper (Lawper). Incluso en “La gran estafa americana”, los protagonistas eran los primeros y los segundos hacían bulto. O eso, o Badams los reserva para el material de primera como “The fighter” y a Lawper para los melodramas como “El lado bueno de las cosas” o esta “Joy” en la que los solistas están muy por encima de la orquesta.

“Joy” es la historia de lucha y superación de una muchacha por salir de la mediocridad. Agrada su enfoque de perseverancia y autorealización por encima de clichés de género, es decir, la chica sabe que tiene talento y el valor para ponerlo en práctica con el único fin de mejorar su vida, no dar lecciones de nada a nadie. Un feminismo puro y materialista, con el que es imposible no simpatizar. En su camino se enfrenta a problemas comunes a hombres y mujeres (falta de conocimiento técnico, incomprensión familiar, problemas de conciliación) y los afronta con más sentido común que discursos. Con un personaje principal que se hace simpático y magnético y unos secundarios al nivel esperado, “Joy” no tiene problemas de argumento ni de personajes. Su problema es una narrativa incapaz de darle a la película la épica que pide a gritos.

En su día comenté que “El lado bueno de las cosas” me pareció un melodrama blando de optimismo artificioso que vivía por encima de sus posibilidades gracias a su reparto y a unos diálogos desiguales, pero con momentos de brillo. Igual que su realización. “Joy” me parece incluso menos trabajada, con una factura muy simple y sin diálogos memorables, cuyo único logro destacable es la de llevar la trama (no sé si era la intención) a un marco temporal y geográfico indefinido que hace que la película transcurra como en un sueño, como si todo fuese un cuento inspirador, pero sin dejar de tener los pies en el suelo. Aburrida a ratos e intensa por momentos, Russell, a través de Lawrence, logra transmitir toda la frustración, desesperación y ansiedad de un camino duro pero no sabe hacer saborear la gloria del triunfo o el disfrute del éxito merecido. ¿Será que es un triste? ¿O que reserva lo mejor de su esencia para Amy Adams? ¿O que llegaba ya cansado y sin ideas? No sé, pero se ha tomado siete años de descanso entre “Joy” y su siguiente largometraje… con Christian Bale a la cabeza (ahí, a lo seguro…).
OsitoF
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